portada.jpg

Dios y el tiempo

EL PENSAMIENTO DE ÓSCAR CULLMANN

Xabier Pikaza

EDITORIAL CLIE

C/ Ferrocarril, 8

08232 VILADECAVALLS

(Barcelona) ESPAÑA

E-mail: libros@clie.es

http://www.clie.es

© 2014 Xabier Pikaza

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org <http://www.cedro.org> ) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra».

© 2014 Editorial CLIE

El Pensamiento de O. Cullmann. DIOS Y EL TIEMPO

ISBN: 978-84-8267-682-1

FILOSOFÍA

Pensamiento Cristiano

Referencia: 224874

ÍNDICE

Portada

Portada Interior

Créditos

Prólogo

I. OSCAR CULLMANN (1902-1999). UNA VIDA TEOLÓGICA

1. Comienzos.Un teólogo precoz

1. El Cristo de la fe, más allá de la historia (1925)

a) La Historia de las Formas

b) Diálogo con R. Bultmann

c) Cristo eterno. Superar la historia

2. Profundización, las palabras y la realidad (1928)

3. El descubrimiento de la historia (1928-1941)

2. Obra madura, la tarea de la historia

1. Un reto de fondo. El sentido del tiempo

a) Realidad objetiva, independiente de la mente que la piensa.

b) Punto de inflexión. Un resumen

2. Madurez: Historia de la salvación (1941-1965)

a. Obras básicas. Un pensamiento centrado en la historia

b. Tema clave: Tiempo cíclico, tiempo lineal

c. Las etapas de la historia del tiempo cristiano

3. Último Cullmann. Obras finales (1965-1999)

II. UN PROGRAMA INTEGRAL DE TEOLOGÍA. CRISTO Y EL TIEMPO (1946)

3. Introducción, tiempo e historia

1. Polémica en torno a la escatología

a) Una disputa: escatología futurista y presentista

b) Barth y Bultmann. Tiempo divino, tiempo existencial

c) Escatología temporal

2. El tiempo, una clave de la realidad

a) Naturaleza e historia. Tiempo ontológico y eterno retorno

b) No basta una salvación existencial

3. Historia profana, historia de la salvación

a) Visión lineal del tiempo. La eternidad

b) Historia profana e historia de la salvación

c) Hechos e interpretación. Diálogo con Bultmann

d) La historia como revelación y como salvación

4. Historia cristiana, un signo de identidad

1. Un principio: El credo histórico de la Biblia

a. Hermenéutica teísta de la historia

b. Credo judío y credo cristiano, un núcleo histórico

2. Una comparación: Cristianismo e Islam

a) De Jesús a la Iglesia, un camino histórico

b) Una referencia al Islam

3. Excurso: Religiones de la historia. Paralelismo y diferencia

III. UN DESARROLLO TEOLÓGICO. CRISTOLOGÍA DEL NT (1957)

5. Una enciclopedia de Jesús, títulos cristológicos

1. Temas. Una visión abarcadora

a) Jesús pasado: Profeta, siervo, sacerdote

b) Jesús futuro: Cristo, Hijo del Hombre

c) Jesús presente: Señor, salvador

d) Jesús preexistente: Logos, Hijo de Dios, Dios

2. Profundización. El sentido de la cristología

a. Los hechos de la vida de Jesús. Confianza histórica

b. Una historia interpretada. Revelación de Dios en Jesús

6. Una obra abierta, la historia continúa

1. Problemas pendientes, una reflexión que sigue

a) Seis huecos, seis caminos

b) Presencia de Dios, representante de la humanidad

c) Historia de la salvación y escándalo de Cristo

2. Excurso. Actualización temática

a) Los títulos de Cullmann, bibliografía comentada

b) Otros títulos y/o símbolos cristológicos

IV. VIDA CRISTIANA. SALVACIÓN COMO HISTORIA (1965)

7. Dios en la historia un camino de creación

1. Teología abierta, las últimas obras de Cullmann

2. Una historia llena de la tarea de Dios

a) Historia y evolución. P. Teilhard de Chardin

b) Historia y despliegue de Dios. Teología del Proceso

3. Comparación con G. Theissen, una tarea hermenéutica

a) Un programa de conjunto

b) Fe bíblica y evolución

c) Una lectura integral de la Biblia, el hombre como historia

8. Dios en la vida cristiana: don, tarea, esperanza

1. Claves de la vida cristiana

a) Salvación en Cristo, realidad de la historia

b) Historia de la salvación, Iglesia en la historia

c) Palabra en la Iglesia, culto cristiano

2. Elementos de la salvación

a) Acción del cristiano, una moral histórica

b) Cristianismo y Estado. Una moral política

c) Meta de la salvación: cumplimiento, no salida de la historia

V. UNA PUERTA ABIERTA. HERMENÉUTICA E HISTORIA

9. Volver al principio, en diálogo con Bultmann

1. El logos de la historia

a) Historia frente a mito

b) Hermenéutica histórica

2. Creer es ya interpretar

a) Leer la historia, un gran relato

b. Interpretación teísta, la historia de Dios.

c. Tiempo de la salvación, tiempo de Dios

d. Excurso. Espacio y tiempo, cosmos e historia.

10. Conclusión. Historia, hermenéutica de Dios

1. Un problema de interpretación. Tres maestros de la teología

a) Karl Barth, Dios como sujeto trascendental

b) R. Bultmann, relectura existencial

c) Óscar Cullmann, prioridad de la historia

2. Dios, un triángulo hermenéutico

a) Historia, encuentro de Dios y los hombres

b) Última reflexión, un camino abierto

Bibliografía

Prólogo

Óscar Cullmann (1902-1999) ha sido uno de los grandes teólogos cristianos del siglo XX y su obra ha trazado un camino de búsqueda y diálogo fecundo entre las iglesias, en línea de reconocimiento mutuo y de compromiso evangélico dentro (al servicio) de la comunidad creyente. Era de confesión evangélica (luterana) y fue promotor de una «teología de la historia de la salvación» a la que dedicó tres obras fundamentales, Cristo y el tiempo (1946), Cristología del Nuevo Testamento (1957) y La salvación como historia (1965), que fueron y siguen siendo importantes para interpretar y vivir el evangelio.

Ha pasado más de medio siglo desde la publicación de esas obras y han cambiado muchas cosas, en religión, iglesia y sociedad. Pero esas y otras obras, igualmente significativas, de O. Cullmann continúan conservando un gran valor y pueden (deben) realizar un servicio positivo a creyentes y hombres cultos que pretendan conocer el evangelio de Jesús y asumir su compromiso en la historia (como historia), en actitud de profundo respecto ante la ciencia, en línea de diálogo cristiano y de testimonio incluso martirial, frente a los poderes que hoy, como antaño, se oponen al despliegue de la gracia de la vida.

En ese sentido, Cullmann ofrece todavía un modelo de pensamiento vivo (quizá más vivo que en su tiempo) al servicio de la humanidad, en clave de cristianismo. Era un hombre de frontera, nacido en Estrasburgo, alemán de origen, francés de adopción, suizo por labor universitaria, europeo y universal por convencimiento. Fue un apasionado buscador del cristianismo, entendido no sólo como fenómeno pasado o sentimiento intimista, sino como historia comprometida y gozosa, a lo largo de un siglo conflictivo, el siglo XX, que él llenó con sus casi cien años de vida. Sigue siendo un autor cuyo pensamiento debe ser estudiado en las iglesias.

Convencido de ello, a comienzo del XXI, he querido recuperar, asumir y prolongar su pensamiento, retomando su proyecto de manera positiva, crítica y renovadora, en diálogo con aquellos que fueron sus colegas, amigos y adversarios teológicos. Lo hago desde una perspectiva hispana, católica en el sentido de universal, para que su obra pueda seguir siendo germen de cristianismo fecundo. No voy a presentarle como un autor «ya muerto», para hacer su panegírico y dejarle de esa forma a un lado, pues como pensador y cristiano él continúa influyendo, no sólo en mi desarrollo teológico (le dediqué mi primera obra y mantuve con él una fecunda correspondencia), sino en la vida y pensamiento de las iglesias, pues él quiso ofrecer un testimonio fuerte de diálogo ecuménico, entre las diferentes comunidades protestantes, y entre el protestantismo y el catolicismo, con el que se mantuvo siempre en profunda y respetuosa comunicación crítica.

Escribí sobre él mi tesis de filosofía[1], comparando y completando su propuesta con la de R. Bultmann (1884-1976) y ofreciendo en ese contexto un amplio panorama del pensamiento filosófico y teológico cristiano (sobre todo protestante) desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX. En aquella línea se sigue situando este trabajo, que podría titularse, en un sentido extenso Oscar Cullmann y su tiempo (y nuestro tiempo). Ciertamente, me interesa él (su vida y obra), pero no tomándole de forma aislada, sino vinculándole no sólo con R. Bultmann, sino también con K. Barth (1886-1968), con quieres él forma el gran “triángulo teológico protestante” del siglo XX[2].

En esa línea, este trabajo quiere ser expositivo y crítico, comparativo y proyectivo. No me limito a presentar la obra de Cullmann, sino que he pretendido reelaborarla, desde una perspectiva ecuménica, en las nuevas circunstancias sociales y teológicas del siglo XXI, sin negar en modo alguno mis raíces católicas, pero recuperando a partir de ellas una de las mejores aportaciones del pensamiento protestante al cristianismo y a la cultura del siglo XX.

El mayor honor que puede hacerse a un pensador es dialogar críticamente con él, para exponer e impulsar su pensamiento, como él quería (como me dijo al recibir mi tesis). Así lo quiero hacer con O. Cullmann en los cinco capítulos de este libro, en los que no sólo expongo su pensamiento, sino que lo retomo y reelaboro en línea ecuménica, desde las necesidades y tareas de las iglesias cristianas a comienzos del siglo XXI, en un momento en que la historia está tomando un rumbo nuevo, atreviéndome a decir como él decía en el título de una de sus grandes obras que la salvación es historia. Éstos son los temas de mi obra.

1. O. Cullmann, una vida teológica (1902-1999). He comenzado presentando de un modo panorámico la vida y obra básica de Cullmann, organizada de una forma cronológica. Me he fijado, de un modo especial, en el despliegue de su pensamiento, hasta la publicación de sus trabajos más significativos, culminando con la Cristología del Nuevo Testamento (1957). Ofrezco así un resumen (y anuncio) de todo lo que sigue, un compendio general del libro, aún a riesgo de anunciar ideas que después desarrollaré más extensamente.

2. Cristo y el tiempo (1946). Un programa. En este capítulo, que sirve como introducción temática al resto de la obra, analizo la propuesta básica de la teología de Cullmann, reflejada en su primer gran libro (Cristo y el Tiempo), dedicado al estudio de la realidad como «historia», en diálogo con los grandes pensadores cristianos del siglo XX (R. Bultmann y K. Barth), que pusieron de relieve otros aspectos del misterio. Frente a los intentos de interpretar el evangelio partiendo de la historicidad existencial (Bultmann) o de la transcendencia suprahistórica (Barth), Cullmann ha insistido en la necesidad de centrar el mensaje bíblico y el cristianismo en el núcleo duro de la historia, entendida como despliegue del hombre y revelación de Dios.

3. Cristología del NT (1957). Un desarrollo teológico. En el centro de mi libro he querido comentar la obra más importante de Cullmann, titulada precisamente Cristología del Nuevo Testamento. Ella nos sitúa de un modo abrupto y tenso, ante el Jesús histórico, interpretado en la Pascua como Cristo que viene y Señor divino, relativizando otros aspectos de su misterio, tanto en línea existencial (Bultmann) como transcendental (Barth). Esta visión de la vida y obra de Cristo a partir de la historia ha marcado y sigue marcando una experiencia y tarea intensa en el pensamiento y en la vida del cristianismo, no sólo en el siglo XX, sino a principios del XXI, como indicaré cuidadosamente a cada paso, precisando en cada caso las consecuencias de nuestro enfoque: Seguimos estando bajo el reto y tarea de la historia, al menos en línea cristiana; el mensaje de Jesús es una afirmación de Dios y el hombre, siendo, al mismo tiempo, una tarea arriesgada de humanidad.

4. Salvación como historia (1965). La vida cristiana. Este capítulo trata de la Iglesia y de la praxis cristiana (teología práctica), entendida en un sentido extenso, como expansión de la historia de Jesús, partiendo de su última gran obra, Heil als Geschichte, es decir, La Salvación como historia. En ese mismo contexto ha publicado Cullmann algunos de sus libros más significativos, sobre el Cristiano y el Estado, la Inmortalidad del alma y la Resurrección y sobre el Culto y los Sacramentos. Su propuesta sigue abierta y nos sitúa ante los retos más urgentes del cristianismo actual, en línea de identidad dogmática y de compromiso político y social. No todos los problemas de la realidad se entienden y resuelven con el cristianismo, pero sin la aportación histórica y escatológica del mensaje de Jesús y de la vida de la Iglesia no se entienden ni resuelven los interrogantes más hondos de la vida, al menos desde una perspectiva occidental.

5. Tarea abierta: Una hermenéutica comprometida. He querido culminar mi libro ofreciendo una especie de diálogo temático de Cullmann con los dos pensadores protestantes más significativos del siglo XX (K. Barth y R. Bultmann), con quienes he trazado un “triángulo hermenéutico”, que nos sitúa en el centro de la revelación de Dios y de la tarea actual de la Iglesia. Este capítulo retoma los motivos principales del principio del libro y así puede interpretarse como recuperación (recreación) del proyecto teológico de Cullmann, cuyos motivos fundamentales siguen pendientes, tanto en un campo protestante como católico. En esa línea afirmo que la vida y obra de Cullmann sigue viva, como patrimonio y tarea cristiana, no sólo para los protestantes sino también, en mayor medida, para los católicos, que debemos retomar varios motivos de su pensamiento, para que nuestra tradición pueda mantenerse viva, desde las raíces del evangelio.

Pienso que este libro ofrece una aportación apreciable a la historia del pensamiento teológico del siglo XX, desde la perspectiva de O. Cullmann, y lo hace con cierta erudición académica (citando sus obras tanto en alemán como en francés, pues en ambas lenguas las fue editando). Al mismo tiempo, he querido que sea un proyecto teológico bien arraigado en el tiempo actual, pues Cullmann ofrece un buen punto de partida para reflexionar sobre problemas y tareas importantes de la teología y del compromiso cristiano, a comienzos del siglo XXI, en una línea no simplemente repetitiva, sino recreadora.

He querido, pues, que mi trabajo siga siendo un pensamiento vivo, sobre un autor vivo, de manera que no trato sólo de “Cullmann y su tiempo”, sino también del “evangelio de Jesús y nuestro tiempo”, desde la perspectiva de Cullmann, dialogando con una serie de grandes pensadores que marcaron la vida cristiana de la primera mitad del siglo XX. En esa perspectiva, como he dicho, este libro deberá completarse con otro que dedico a El Pensamiento de R. Bultmann (Clie, Terrasa 2014), con quien Cullmann dialogó a lo largo de todas su vida.

He retomado algunos motivos de la tesis doctoral (antes citada), pero he reescrito todos los materiales, por invitación de mis amigos de la Editorial Clie (en especial de D. Alfonso Ropero), con la ayuda y el trabajo inestimable de mi mujer (M. Isabel Pérez), que ha realizado el trabajo más duro; sin ella no hubiera podido escribir este libro; por eso he de afirmar que es suyo tanto como mío, aunque ella no aparezca como autora. Por otra parte, este libro recoge y reformula no sólo el pensamiento de O. Cullmann, sino mi propio pensamiento a lo largo de más de 40 años de intensa dedicación teológica, que debe en parte su fecundidad a la compañía constante de la obra de O. Cullmann, tanto en el campo de los estudios bíblicos como de los dogmáticos.

Gran parte de los problemas que planteaba Cullmann el año 1972, cuando defendí mi tesis, siguen hoy pendientes, y tienen aún más actualidad que entonces. Por eso puedo y quiero presentarlos ahora de nuevo, en un contexto lleno de grandes retos para las iglesias cristianas. Lo hago recordando a mis amigos “evangélicos” de España y América, entre los que quiero citar de un modo especial a los profesores y alumnos de la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica, que me invitaron a ofrecer un curso sobre “antropología cristiana”, en la línea del pensamiento de O. Cullmann[3].

San Morales de Salamanca

Primavera del año 2013

[1] Aquella tesis (defendida en la Universidad de Santo Tomás de Roma el año 1971) se titulaba Exégesis y Filosofía. El pensamiento de R. Bultmann y O. Cullmann y fue publicada con ese título en Casa de la Biblia, Madrid 1972.

[2] En esa línea, esta obra debe completarse con la que he dedicado a El Pensamiento de R. Bultmann (Clie, Terrasa 2014). Ambas pueden y deben tomarse en unidad, y así ofrecen una visión de conjunto de una parte muy significativa de la teología cristiana del siglo XX.

[3] La bibliografía final recoge por orden cronológico y alfabético las obras de Cullmann, con otras de bibliografía primaria y secundario, que citaré en general, por la primera o primeras palabras de su título. También ofreceré al final un breve índice de siglas. El lector menos interesado por temas de fondo más teórico podrá pasar del capítulo 1 al 3, dejando para el final el capítulo 2 (que trata del tiempo y la historia).

I

OSCAR CULLMANN (1902-1999)

UNA VIDA TEOLÓGICA

Óscar Cullmann nació en 1902, en Estrasburgo, Alsacia, ciudad que entonces formaba parte de Alemania (pasó a Francia el año 1918). Se interesó por las lenguas clásicas y estudió después en la Facultad de Teología Protestante (1920-1924), para culminar su carrera con un trabajo extraordinario sobre el sentido y formas de la tradición de los evangelios, el año 1925[1], con sólo 23 años. Se trasladó más tarde a París donde vivió por un tiempo (1925-1926) y estudió teología con algunos de los pensadores más significativos del momento (M. Goguel, A. Loisy...). Volvió nuevamente a Estrasburgo (1926) como director de estudios del Thomas-Stift (Seminario teológico), impartió clases de griego en su universidad, y el año 1928 presentó su Disertación (un tipo de tesis doctoral) en teología, con una obra sobre el fondo gnóstico y judío de las Pseudoclementinas que marcará toda su trayectoria posterior[2].

De 1930 a 1938 enseñó Historia de la Iglesia antigua y Exégesis del Nuevo Testamento en la Facultad de Teología Protestante de la universidad de Estrasburgo. Desde 1938 ha sido profesor de esas mismas materias en la Universidad de Basilea (Suiza), donde continuó viviendo y enseñando oficialmente hasta su jubilación en el año 1972. Ha dirigido también cursos de teología, como profesor invitado o visitante, en otras ciudades, de un modo especial en Estrasburgo (1945-1948) y sobre todo en París, tanto en la escuela de Hautes Études (desde 1949), como en la Facultad de Teología Protestante y en la Sorbona (desde 1954). Tras su jubilación mantuvo una intensa actividad de pensador y teólogo, hasta su muerte (Chamonix, año 1999)[3].

Estos momentos de su vida nos ayudarán a situar y entender mejor su obra, dedicada siempre a trazar puentes, entre un lado y otro del Rhin (entre Alemania y Francia), entre un lado y otro de las iglesias cristianas (entre católicos y protestantes). A su juicio, el lugar de encuentro y comunión (salvación) ser el camino de la historia. Desde ese fondo presento los momentos fundamentales de su historia teológica, que servirán de encuadre y fondo para el conjunto del libro.

[1] Les récentes études sur la formation de la tradition évangélique: RHPR 5 (1925) 459-477; 564-579.

[2] Le problème littéraire et historique du roman pseudo-clémentine. Étude sur le rapport entre le gnosticisme et le judéo-christianisme, Alcan, Paris 1930.

[3] Sobre la importancia de Cullmann («the leading representative of Biblical Theology in our day»), cf. J. J. Vincent, The Expository Times, 77 (1965-1966), 4-8. Esquema básico de su pensamiento en K. Froehlich, Die Mitte des Neuen Testaments, en F. Christ, Oikonomia, 203-219.