Table of Contents

 

 

 

 

 

Educación en Colombia Siglo XX. Entre Cooperación

y Configuración

 

 

 

Sistema Educativo, Descentralización, Mejoramiento Cualitativo

 

 

 

 

 

 

 

Nubia Cecilia Agudelo Cely

 

 

Educación en Colombia Siglo XX. Entre Cooperación y Configuración/

Agudelo Cely, Nubia Cecilia. Tunja: Editorial UPTC, 2018. 254 p. ISBN 978-958-660-328-7

1. Los discursos para la educación a mediados del siglo XX 2. De niveles a

la configuración de un sistema educativo - énfasis en la educación media.

3. Entre descentralización y reorganización. La institucionalización de la política 4. De cobertura a calidad. Derroteros para la educación al cierre de siglo.

 

(Dewey000/21).

 

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Libro financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Extensión de la UPTC. Se permite la reproducción parcial o total, con la autorización expresa de los titulares del derecho de autor. Este libro es registrado en Depósito Legal, según lo establecido en la Ley 44 de 1993, el Decreto 460 de 16 de marzo de 1995, el Decreto 2150 de 1995 y el Decreto 358 de 2000.

 

Libro resultado de Investigación, Proyectos DIN UPTC SGI 842 Y SGI 1339. Grupo de Investigación Construyendo Comunidad Educativa.

 

Citación: Agudelo Cely, Nubia Cecilia. ORCID (0000-0001-7358-8915) (2018). Educación en Colombia Siglo XX. Entre Cooperación y Configuración. Tunja: Editorial Uptc.

 

 

 

 

 

 

Introduccn

 

El tema de este libro, Educación en Colombia siglo XX: entre cooperación y configuración, resultado de procesos de investigación, describe los antecedentes y el sendero por el cual se propiciaron a mediados del siglo en el contexto del desarrollo económico y de la cooperación técnica internacional, lineamientos para la educación en los países de América Latina y a la vez los compromisos de los gobiernos de turno para lograr tales propósitos mediante directrices en sus políticas oficiales; estas circunstancias implicaron cambios a la sociedad en su conjunto frente a las costumbres y vivencias durante las primeras décadas del siglo; se convirtieron en el horizonte que asumirían estos países en las siguientes décadas.

Por este trayecto, se pretende caminar de manera cuidadosa -desenredar y unir hilos sueltos- de donde surgieron los distintos compromisos que hoy día están presentes en la educación, para hilvanar redes de relaciones; se considera que el contenido del libro, es una oportunidad para relacionar circunstancias y contextos por los que transitó la educación colombiana durante gran parte del siglo XX. El interés por la temática, surge además, de los avances pero también de los vacíos e interrogantes presentes al cerrar otros trabajos también resultados de investigación, con inquietudes similares, algunos publicados1.

 

 

 

1 - Lago Diana, Aristizábal, Magnolia., Navas, María Eugenia., y Agudelo, Nubia (2014). Evolución del Campo del Currículum en Colombia (1970-2010). En A. Díaz. y J. Garduño (Coord.). Desarrollo del Currículum en América Latina (pp. 105-149). Argentina: Miño y Dávila.

Mora R, Solano, J & Agudelo, N. (2014) Saberes y Formación Ciudadana: Enfoques Socio Educativos e Históricos. Barranquilla: Universidad Simón Bolívar
Agudelo, N. Estupiñan N., (2018) Conversación y Convivencia, Compromisos en Procesos de

Formación. Tunja. Editorial UPTC

 

Deacuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, “configuración” significa, “Disposición de las partes que componen una cosa y le dan su forma y sus propiedades”; dar una forma determinada; disponer las partes que lo componen; escoger entre diferentes opciones; vestigios, rasgos que caracterizan. Para esta investigación, “configuración”, hace referencia a la búsqueda y seguimiento de huellas, memorias, y discursos, gestados en el trayecto, los que permitieron conformar relaciones para dar cuenta de los correspondientes procesos así como de las respectivas distancias.

La construcción del texto privilegió la perspectiva histórica la cual se recupera a través de evidencias recogidas durante el proceso investigativo; las miradas contextuales en los ámbitos político, social, económico, principalmente; el reconocimiento de discursos que favorecieron la implementación de la política acorde con modelos foráneos; el seguimiento, los aportes y otras miradas, posturas críticas, haciendo distancia al sendero que se imponía, las que finalmente condujeron hacia nuevos derroteros en la década del noventa para la educación del país; el papel de los intelectuales, el surgimiento de movimientos, grupos y asociaciones, principalmente.

La reflexión pedagógica estuvo presente a finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del siglo XX, particularmente en la formación de maestros, en donde sus prácticas así lo reflejaron. Se contó con la presencia de misiones pedagógicas. La política educativa contempló conferencias pedagógicas de maestros en 1912, el fomento de corporaciones pedagógicas en 1916 y de institutos pedagógicos en 1917, estos últimos se harían realidad en 1927 con el Instituto Pedagógico Nacional Femenino. No sucedió lo mismo para la educación, a partir de mediados de siglo, con las consecuencias para el maestro, el saber y la educación en general. La tercera misión pedagógica con fines específicos permaneció en el país entre 1968 y 1978. El Icolpe (1968-1976) incentivó la investigación pedagógica. Surge el Movimiento pedagógico en la década de los ochenta, se recuperan reflexiones.

En ese contexto, el libro integra discursos que han influido en la Educación del país; de una parte, los que motivaron a partir de los años treinta, procesos de modernización, en donde las concepciones de sociedad y educación se incorporan a visiones de carácter económico, el desarrollo y la planeación; de la misma manera, los suscitados como consecuencia de situaciones en la posguerra, entre otros los compromisos de dependencia; en su conjunto, favorecieron el auge de la educación en la perspectiva técnica e industrial.

 

 

En estos recorridos por el siglo XX, el seguimiento a las temáticas que emergen en diálogo con los contextos ideados internacionalmente, se concretan para el país a partir de la cooperación internacional, la creación de organismos de carácter financiero, la organización de conferencias y seminarios con propósitos de homogenizar derroteros para la educación latinoamericana. Para Colombia se concretan en diagnósticos, recomendaciones, y lineamientos de misiones que llegan al país, Currie (1949), Lebret (1954), Atcon (1958). En este sendero, el Ministerio de Educación Nacional jugó un papel preponderante en la implementación de las políticas, como institución rectora del campo a partir de 1928, fue permanentemente reestructurado, con el propósito de actualizar su accionar frente a los compromisos que le iban otorgando los gobiernos de turno en relación con los derroteros internacionales.

Entretejiendo los caminos andados, se logran esclarecer raíces y relaciones por los contextos descritos para la educación del país durante el pasado siglo, acorde con los lineamientos para América Latina. En cuatro capítulos se tejen los principales hallazgos interrelacionados; su lectura puede efectuarse de manera independiente, así:

-La acogida de los discursos de la planeación, proceso que inicia en 1951, con la creación de la primera oficina de planeamiento de la educación en el Ministerio de Educación Nacional; la creación del CONPES y del Departamento Administrativo de Planeación en 1958, con lo cual, inicia la elaboración de planes y programas; la creación de oficinas en, los ministerios, y principales entidades del gobierno. Se formula el primer plan quinquenal de educación en Colombia (1957-1962). Las políticas sobre planeación en el país se integran y concretan en el primer plan general de desarrollo económico y social 1961-1970. A partir de 1970, se establecen planes nacionales de desarrollo, a cuatro años, los que coinciden con los periodos de los gobiernos. Como herencia de las medidas adoptadas sobre planeación, a partir de 1996 y para periodos de diez años, se establecen planes decenales de educación.

-La conformación del primer Sistema Educativo para el país, acorde con directrices para la educación de América Latina; particularmente, para Colombia por las recomendaciones de las misiones así como lo dispuesto en el primer plan quinquenal. Se presentan como antecedentes a la integración de un sistema, la organización de los respectivos niveles educativos, los cuales se conformaban de manera independiente, sus cambios o

 

actualizaciones se daban por norma, con base en pensum, programas, planes de estudios principalmente: la enseñanza primaria, secundaria y normalista, hasta mediados del siglo XX, y la educación universitaria con especial interés a partir de los años sesenta, la cual dio paso a la educación superior. En este tejido se identifican los caminos por los cuales transitaron estos niveles, así como sus frecuentes actualizaciones y cambios.

El énfasis a mediados de siglo, estuvo en la educación media, de esta manera la educación técnica, ahora se relacionaría con profesionalización y diversificación del bachillerato. La educación superior, a partir de la reorganización del Ministerio de Educación Nacional en 1960 con la creación de la División de Educación Superior y Normalista y desde allí, la definición de grados y títulos, posteriormente se daría la reglamentación, dirección e inspección de las Universidades con la asesoría del Fondo Universitario Nacional, FUN.

La Reforma Constitucional en 1968, el Acto Legislativo 1, favoreció y dio fuerza a la implementación de la segunda estrategia de la planeación: la institucionalización de la política. De esta manera, otorgó mayor intervención al Estado en la organización de distintos aspectos, entre ellos, la educación en el país. Se estructuró el sector educativo, se reorganizó el Ministerio de Educación Nacional, mediante el Decreto 3157. El sector educativo de la nación acorde a las nuevas circunstancias, estaría integrado por el Ministerio de Educación Nacional y diez establecimientos públicos. La revisión de los antecedentes y contextos en que surgieron algunas de estas instituciones, a mediados del siglo XX, dan cuenta de los compromisos que prontamente asumieron, relacionados con la cooperación internacional: intercambios, acuerdos, convenios, eventos, publicaciones.

Se destaca en particular, la labor del Instituto Colombiano de Pedagogía, ICOLPE (1968-1976), el cual en los primeros años de su creación, se dedicó al fomento de la investigación, principalmente en la educación primaria, secundaria y rural; contó con diferentes apoyos; su trabajo pedagógico se divulgó a través de diferentes medios.

La política educativa al cierre del siglo, sigue los compromisos previstos en los respectivos Planes Nacionales de Desarrollo. Cobertura, participación, retención, calidad, dan paso a financiación e internacionalización en el contexto de la globalización. Al mismo tiempo se genera la Constitución Política de 1991, nuevo horizonte

 

para el país, y por su puesto para la Educación, la cual se desarrolla en dialogo con las leyes General de Educación 1994 y de Educación Superior en 1992. En esta dualidad entre exigencias de la política y posibilidades en la reciente legislación, se desenvuelve la educación colombiana en la postrimería del siglo.

Una fortaleza para enriquecer esta obra, es contar con la visión del profesor, investigador e intelectual Carlos Eduardo Vasco, autoridad en la educación del país, por sus diferentes participaciones, como maestro de distintas universidades, asesor del Ministerio de Educación, investigador en organizaciones populares, pero en este caso por sus vivencias, participaciones y relatos sobre lo ocurrido en la educación colombiana, más concretamente en la configuración del programa - la renovación curricular. La experiencia en los distintos roles le dan la posibilidad de dialogar sobre lo aquí expresado, y se convierte en el mejor testimonio, razón por la cual, se presenta como documento complementario, el texto de la entrevista efectuada al Dr. Vasco, la cual fue objeto de revisiones y precisiones de su parte, para de esta manera enriquecer el trabajo.

En este sendero, el trasegar como autora del libro, muestra peldaños logrados, a través de la conformación y coordinación del Grupo de Investigación Construyendo Comunidad Educativa, en el año 2000, así como los intereses, previstos, actualizados y enriquecidos a partir de sus propuestas y dinámicas en sus líneas de investigación. La participación de investigadores y del grupo en Redes académicas e investigativas, han dinamizado, fortalecido yenriquecidoeltrabajo del equipo, las realizaciones inter y transdisciplinares. El sendero del grupo, las participaciones, avances, momentos y circunstancias relacionados con la Educación, la Pedagogía, la Formación, las Culturas, las expresiones en propuestas interculturales y la formación de maestros, principalmente, se enriquecen a partir de lo hallado en esta producción.

Durante el trayecto en el cual se adelantaron las investigaciones, se concretaron los hallazgos y la escritura del libro que cierra, años 2012 a 2017 se generan en el país otras producciones en torno a estas temáticas; a esos documentos acudiremos para enriquecer el camino de vida. Una nueva producción dará cuenta de miradas de maestros e intelectuales, de la incidencia de otros vaivenes aportados por la Constitución Política, en diálogo con la Ley de Educación Superior y la Ley General de Educación, así como de sus actualizaciones, durante lo avanzado del siglo XXI.

 

 

 

 

  1. LOS DISCURSOS PARA LA EDUCACIÓN A MEDIADOS DEL SIGLO XX

 

Introducción

 

Los acontecimientos de orden social, político, económico y religioso, en particular, la influencia de la Iglesia Católica y de los partidos políticos, así como la expedición de leyes y normas, en su conjunto, marcaron la organización, los compromisos de la instrucción y luego de la educación en el país durante las primeras décadas del siglo XX. El paso de los gobiernos conservadores hacia los liberales en 1930, condujo a otras maneras de comprender los principales temas del orden nacional. Colombia durante la década de los treinta, lograba recursos provenientes del incremento en las exportaciones de café. El interés por procesos de la industria y de la urbanización, generaron nuevas necesidades para la educación que impulsaron la educación técnica, la enseñanza industrial, comercial y agrícola, principalmente.

De acuerdo con investigadores que se vinculan a lo largo del capítulo, el interés por la modernización se presentó a partir de comienzos del siglo XX, con diferentes manifestaciones: trajo consigo preocupaciones que se convirtieron en los antecedentes del proceso que, durante la guerra y la segunda mitad del siglo XX, transformarían las costumbres en la sociedad.

Como consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, desde Estados Unidos y con la idea de ayudar a los países, “subdesarrollados” afectados, se orientó el orden económico y político, con la creación de entidades financieras, y de organismos de cooperación técnica internacional, con finalidades específicas, comenzaron a interactuar con los gobiernos latinoamericanos y a formular políticas que estos seguirían: acogieron las dinámicas del desarrollo, en especial del económico, para las decisiones sobre políticas educativas. La educación colombiana fue permeada por los discursos de la planeación, proceso que inició con la contratación de misiones internacionales, a partir de 1944.

 

Entre los hechos relevantes en el orden social y político a mediados del siglo y que marcaron la vida del país, estuvieron, el asesinato del liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, el Bogotazo, causante de violencia civil; la llegada del gobierno militar del General Gustavo Rojas Pinilla (junio de 1953), mediante golpe de Estado, dió continuidad a acciones represivas, inestabilidad social, y violencia.

Durante el gobierno de Rojas, se realizaron obras públicas y viales, lo que condujo a lograr avances hacia la consolidación de una nación moderna. Promovió la llegada de la televisión al país en 1954.

 

1.1 Entre industrialización y modernización

La crisis económica internacional de la época se sintió en Colombia a partir de 1929, generó cambios en la vida de los pueblos. La mirada externa se dirigió hacia la modernización del país y se materializó con el fomento de actividades en las fábricas y el auge de procesos técnicos e industriales.

Las naciones latinoamericanas se vieron expuestas a la adopción de lógicas dirigidas a modernizar las estructuras económicas, políticas y sociales. Colombia venía avanzando en la implementación de procesos industriales, en el auge de las exportaciones de café y otros productos, en el fortalecimiento de sectores empresariales, en la movilidad urbana; características que se consolidaron como la ruta que propició transformaciones significativas.

La modernización fue una concepción y un ideal, que suscitó cambios acelerados frente a las costumbres que vivía el país. Cajiao (2004), mencionó que los habitantes colombianos conservaban características de las sociedades agrarias y por ello, la educación aún era vista desde una perspectiva familiar y comunitaria.

Dado el aumento de las exportaciones de café, la construcción de fábricas, de obras públicas e industrias, se generó una amplia migración de la población proveniente del sector rural a las ciudades incrementando el proceso de urbanización y con ello, la emergencia de una clase obrera que se asumiría como protagonista y actora fundamental en la lucha social.

Autores como Herrera (1993), Molano y Vera (1983), afirman, que comenzó a constituirse una nueva clase social en el país con el incremento de la urbanización en las principales capitales,

 

Nuevos grupos hicieron su aparición en el escenario de la lucha social: una embrionaria clase obrera se organizó en torno a sus reivindicaciones, los sectores campesinos e indígenas fueron protagonistas de agudas luchas agrarias. Surgió una incipiente clase media. Núcleos intelectuales organizaron grupos de estudio sobre la realidad nacional y en muchos casos se ligaron a las luchas sociales que se libraban en el período; de allí surgieron las primeras organizaciones políticas independientes de los partidos tradicionales, las cuales expresaron los intereses de los grupos desposeídos, por fuera de la lógica de las clases en el poder (Herrera, 1993, p. 98).

La preocupación de los gobiernos por adelantar procesos de modernización, condujo a la contratación de misiones extranjeras, con el interés de mejorar aspectos de la vida del país. Estas sugirieron la adopción de una nueva estructura económica que se convertiría en intentos del Estado por acoger las perspectivas de una organización moderna pasando por procesos de adaptación de las condiciones que definían las naciones industrializadas desde una concepción ligada al orden económico.

Al respecto, el profesor Orjuela (2008), definió periodos de tiempo por los que atravesó la consolidación de este proceso: entre 1904 y 1914, como intentos fallidos; entre 1915 y 1930, una etapa de tradicionalismo; y entre 1930 y 1957, el impulso y materialización de la idea de la modernización. Sobre este último periodo, el autor mencionó que correspondió a:

[…] la agudización de la tensión entre las necesidades del desarrollo capitalista y los límites que para este significa la cultura y la estructura política y social de la sociedad agraria tradicional, y la consecuente necesidad de modernizar a fondo las relaciones sociales y culturales, a fin de lograr un desarrollo más intenso y extenso de la sociedad capitalista […] (Orjuela, 2008, p. 184).

La visión de los Estados Unidos hacia América Latina, propició el impulso de la cooperación técnica internacional y de la intervención en la organización del país, en distintos campos, a partir de la llegada de misiones y visitas de expertos. Todo lo anterior repercutió decididamente en la educación colombiana.

 

 

 

1.2 Desarrollo y planeación: discursos emergentes de la guerra

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945)1 marcó un hito en la historia con consecuencias en la vida política, social, cultural, económica, y educativa, porque el orden se transformó. En el caso de América Latina, las implicaciones fueron evidentes con la generación de procesos de dependencia hacia los países de mayor nivel económico.

En Estados Unidos se crearon distintos organismos de carácterinternacional, basados en la idea de la recuperación de las naciones afectadas por la guerra: en 1944, el Banco Mundial; en 1945, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, Birf, anexo al Banco Mundial; en octubre de 1945, la Organización de Naciones Unidas, ONU, con un acuerdo entre 51 países; el 26 de noviembre de 1945, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, que inicia su funcionamiento el 4 de noviembre de 19462; más adelante, en 1958, se crearía el Banco Interamericano de Desarrollo, BID.

La puesta en marcha del plan de recuperación conjunta europea, European Recovery Program, conocido como Plan Marshall, entre 1948 y 1952, con el interés de apoyar económicamente a las naciones para la reconstrucción del continente, fue parte de la intervención de Estados Unidos. Para administrar este plan, las naciones pactantes3 se agruparon en la Organización Europea para la Cooperación Económica, Oece. En 1961, se da paso a la creación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, cuyos objetivos están relacionados con la elevación del crecimiento económico, del nivel de vida de los países miembros y de la expansión del comercio multilateral.

 

 

 

1 Es uno de los conflictos globales más recordados de la historia del mundo, con amplio número de países involucrados y millones de víctimas. Entre estos hechos están el Holocausto Nazi que produjo la muerte de miles de judíos y el uso de armas nucleares por parte de los Estados Unidos, que generó la destrucción de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Las incidencias de la guerra dividieron a los países en dos bloques: capitalista bajo la dirección de los Estados Unidos y los países de Europa Occidental; y el bloque comunista liderado por la URRS y los países de Europa Oriental.

2 En 1946, Colombia comenzó a formar parte de esa entidad.

3 Hacían parte de este organismo, Estados Unidos y países europeos: Alemania Occidental, Austria, Bélgica, Grecia, Dinamarca, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Reino Unido, Turquía, Suecia, Suiza.

 

 

 

De acuerdo con Álvarez (2012), con la creación de organismos internacionales y el impulso de planes de recuperación económica, comenzó la cooperación internacional, como un sistema que afianzaría las relaciones entre los Estados y evitaría el surgimiento de conflictos. Las instituciones creadas serían las encargadas de dinamizar, entre otros, los propósitos de recuperación de las naciones europeas afectadas. Posteriormente, a partir de la idea del desarrollo, la atención se dirigió a otros países.

En este contexto posbélico surge la cooperación internacional, la cual es en gran parte un producto de la confrontación ideológica entre el bloque capitalista liderado por Estados Unidos y el Socialista, por la Unión Soviética, las dos potencias mundiales que dominaron la política internacional entre 1945 y 1990. La cooperación no comenzó como un programa para ayudar al desarrollo de los países empobrecidos a largo plazo sino para facilitar el desarrollo económico a corto plazo y la recuperación de Europa Occidental (Álvarez, 2012, p. 287).

Para los países de América Latina, la posguerra generó una serie de discursos que comprometieron e impactaron la manera como se venían organizando distintos aspectos en los ámbitos, social, económico, y educativo, principalmente. La visión sobre América Latina se orientó a partir de las dificultades económicas y de desarrollo, acorde con el modelo de país pensado desde afuera.

En ese sentido, comenzó a ser evidente el interés por parte de los Estados Unidos en apoyar a los países con menor desarrollo económico e industrial y así tener mayor participación en las decisiones de estos. Para algunos autores, también se percibió como una manera de evitar la propagación de ideas comunistas, considerando el triunfo de la revolución cubana. En ese sentido afirmó Stramiello (2010):

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, las propuestas modernizadoras desarrollistas, de índole marcadamente económica y tecnocrática, quisieron desarraigar el desorden y la desprolijidad presente en las naciones latinoamericanas y para esto propusieron civilizar la barbarie en aras de un progreso material que traería prosperidad social. Democracia e industrialización fueron la piedra angular del desarrollo económico-social, en el que la educación cumplía un rol decisivo. La transformación que intentaba producirse era acelerada, porque era necesario no perder el rumbo de la modernización, según la concepción de los países desarrollados o adelantados (p. 396).

 

 

 

De acuerdo con Escobar (citado por Malagón y Pardo, 2009), en 1948 el

Banco Mundial realizó una definición de países pobres:

[…] pobres a aquellos países con ingreso per cápita inferior a 100 dólares, casi por decreto, dos tercios de la población mundial fueron transformados en sujetos pobres. Y si el problema era de ingreso insuficiente, la solución era, evidentemente, el crecimiento económico […] (p. 11).

El discurso estadounidense categorizó a los países en primer, segundo y tercer mundo, según su grado de desarrollo. Estados Unidos ideó un modelo de desarrollo para los países de América Latina, bajo el principio de la cooperación técnica internacional. Las ofertas de apoyo y asistencia a las naciones consideradas pobres a través de créditos, llevó al país a participar en estas iniciativas. Colombia entró a formar parte del tercer mundo, se dispuso a recibir misiones, visitas, a acoger los programas recomendados para mejorar el desarrollo económico, político y social, y en general a incorporarse a la política formulada por el contexto internacional.

En 1948, se realizó la IX Conferencia Panamericana4 en Bogotá, con la participación de jefes de estado y/o representantes de veintiún países de América. En esta, se adoptó la Carta de la Organización de los Estados Americanos y el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, denominado Pacto de Bogotá. La carta dio origen a la Organización de Estados Americanos, OEA que reemplazó a la Unión Panamericana5. Pretendía entre sus propósitos, afianzar la paz y la seguridad, prevenir dificultades, solucionar problemas políticos, jurídicos y económicos, y promover el desarrollo económico, social y cultural, a través de la acción cooperativa de los países de América. La conferencia se dio en medio de la crisis social y de violencia que vivió el país durante el Bogotazo.

De la misma manera, los Estados de la OEA firmaron el Convenio

Económico de Bogotá: acuerdo de participación en convenios bilaterales

 

 

 

4 Se habían realizado otras conferencias: la primera, en Estados Unidos (octubre 2 de 1889 a abril 19 de 1890); la segunda, en México (1901); la tercera, en Río de Janeiro (1906); la cuarta en Buenos Aires (1910); la quinta en Santiago de Chile (1923); la sexta en La Habana (1928); la séptima en Montevideo (1933); y la octava en Lima (1938).

5 Organismo creado en 1910 como parte central de la Unión de las Repúblicas Americanas (1890), durante la IV Conferencia Interamericana realizada en Buenos Aires. Se encargaba de la difusión de acuerdos y resoluciones establecidas en las conferencias interamericanas en las que participaban países miembros como Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú, entre otros.

 

 

 

y multilaterales para el desarrollo económico y la seguridad, además el compromiso de aportar al desarrollo y a la estabilidad económica mundial.

La cooperación técnica se presentó como un pacto para la realización de planes y programas que fomentarían el desarrollo de la ganadería, la minería, la industria y el comercio, con la asesoría del Consejo Interamericano Económico y Social, Cies, que se encargaría de realizar estudios sobre el estado de los países en materia económica, instruir personal técnico y administrativo a través del intercambio y preparar trabajadores, personal auxiliar de fábricas e industrias. La cooperación financiera continuaría a cargo del Fondo Monetario Internacional FMI y del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento BIRF, principalmente.

En ese contexto, se organizaron una serie de conferencias como resultado de una campaña que a nivel mundial se venía gestando a partir de la III Conferencia General de la UNESCO, celebrada en Beirut en 1948, en la cual se propuso:

La organización de un centro de documentación e intercambio sobre educación.
El establecimiento de la enseñanza primaria obligatoria.
El fomento de la educación para adultos, mujeres y niños.

Igualmente, se realizaron distintos seminarios por parte de la Organización de Estados Americanos, OEA: I Seminario Regional de Educación, en 1948, en Caracas; Seminario de Alfabetización y Educación de Adultos, en 1949, en Río de Janeiro; y el Seminario de Educación Primaria, en 1950, en Montevideo, en el que se logró diseñar un plan de estudios para la educación primaria.

 

1.3 La llegada de Misiones Internacionales

Las perspectivas de la planeación y el desarrollo comenzaron a ser visibles a partir de la contratación y de las visitas de misiones extranjeras que llegan al país a diagnosticar las condiciones económicas, sociales, políticas y educativas: la Misión Currie, en 1949, y la Misión Economía y Humanismo o Misión Lebret, en 1954, orientadas desde los principios de la cooperación técnica internacional. Los organismos internacionales se centraron, en diagnosticar, recomendar y establecer criterios para la formulación de la política nacional.

 

1.3.1 Misión Currie.

En medio del contexto de inestabilidad que vivía Colombia como consecuencia del Bogotazo, el gobierno solicitó al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, Birf, un crédito, enviaron a la Misión Currie para estudiar las condiciones de desarrollo del país, entre mediados de 1949 y julio de 1950. Esta misión fue financiada por el Banco Mundial y el Banco de la República.

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Figura 1. Informe Bases de un Programa de Fomento para Colombia (1951).

 

La misión, integrada por expertos en diferentes áreas, elaboró el informe, Bases de un programa de fomento para Colombia, con primera versión en 1950 y final en 1951. En este informe se establece, “El cometido de la Misión aparecía sencillo y a la vez muy amplio: en esencia, era formular un programa de desarrollo para elevar el nivel de vida del pueblo colombiano” (Birf, 1951, p. XIII).

El texto del informe final se presentó en 713 páginas, con dos partes conformadas por capítulos. En la primera parte, el capítulo XII se refirió a la Educación, desde la perspectiva de la planeación:

La educación, como la salud, es factor y elemento de juicio del nivel de vida. Tiene relación directa con el nivel de productividad y al mismo tiempo contribuye a la completa apreciación y al goce

 

de la vida. Extender la educación a todo el pueblo debe, sin duda, constituir parte principal de todo programa de desarrollo en Colombia (Birf, 1951, p. 275).

 

El diagnóstico presentado en materia educativa, señaló aspectos críticos en los distintos niveles escolares, mencionó que el problema de la educación primaria se debía principalmente al analfabetismo, a la escasez de instalaciones escolares y de maestros con preparación, a los bajos salarios, así como al no cumplimiento de disposiciones legales.

En relación con la educación secundaria, la misión expuso las dificultades de acceso a este nivel, así como el escaso número de estudiantes en los establecimientos públicos en comparación con los privados: estos últimos recibían subsidios del Ministerio de Educación. De igual manera, la escasez de instalaciones y de un número de maestros graduados para este nivel.

 

 

Respecto de la educación normalista, además de lo mencionado en los niveles anteriores, se sumaba un número significativo de estudiantes graduados de estas escuelas, que buscaban realizar otros estudios u oficios para trabajar dados los bajos salarios. Las dificultades de la educación vocacional, se relacionaban con la escasez de escuelas industriales, de artes y de oficios6, agrícolas, comerciales, como de personas preparadas para trabajar en el sector industrial.

La segunda parte, relacionada con el programa formulado por la misión, en el capítulo XXV, denominado “Educación y preparación”, además de señalar nuevamente las dificultades del país, enfatizó realizar otros estudios.

El campo de la educación requiere un estudio mucho más prolongado y detallado del que la misión pudo llevar a cabo. Ojalá que se haga pronto una inspección a fondo de todo el organismo educativo. En este Informe sólo es posible indicar las medidas más obvias y fundamentales que deben tomarse. Siendo así que un sistema educacional adecuado es base principal del éxito de cualquier programa de fomento, debe mejorarse tanto la cantidad como la calidad de la enseñanza (Birf, 1951, p. 629).

Las recomendaciones de la misión se dirigieron a que el país debía invertir mayores recursos económicos al mejoramiento de la educación, en particular a la primaria y a la secundaria; los demás niveles debían modificar pensum e intensidad horaria, así como aumentar la preparación de maestros. Según la misión, la educación primaria debería extenderse en particular a las zonas rurales y hacer uso de los medios modernos como la radio y películas educativas; además, construir escuelas, implementar transporte escolar, alimentación y servicio médico. Igualmente recomendó la adopción de un sistema “nuclear” predominante en otros sistemas educativos latinoamericanos, “[…] en este sistema, una escuela central está encargada de vigilar y administrar un grupo de escuelas más pequeñas, situadas en las regiones circunvecinas” (Birf, 1951, p. 630).

En cuanto a la educación vocacional, la misión sugirió establecer convenios entre el gobierno, las organizaciones de educación y la industria, para

 

 

 

6 Los cursos o especialidades que se ofrecían en estas escuelas eran: mecánica, fundición, herrería, soldadura, electricidad, plantería, sastrería, motores, trabajo en metales y electricidad, carpintería, ebanistería, zapatería, talabartería, tenería, tipografía, cerámica y dibujo industrial.

 

facilitar instructores, ayuda económica y espacios para la experimentación y el empleo, poniendo como ejemplo el caso de Estados Unidos con la utilización de técnicas para la preparación industrial en corto tiempo.

De acuerdo con lo anterior, fue evidente la inserción del discurso de la planeación en la educación que acompañó la organización del sistema educativo en los diferentes niveles justo cuando el país atravesaba por un proceso de expansión urbana, congruente con los problemas relacionados con el alto nivel de analfabetismo, las brechas entre la educación rural y la urbana, y el acceso desigual a la educación secundaria, entre otros. De esta manera, tomaron como referentes los desarrollos de otros países, que luego se vieron reflejados en la conformación de una identidad nacional.

[…] la institucionalización de la planeación en el país estuvo acompañada por la internacionalización de la educación nacional, con la adopción gradual de los lineamientos de la Unesco y el diseño, en 1949, de un programa nacional de desarrollo basado en el diagnóstico de la Misión Currie del Banco Internacional de la Reconstrucción y Fomento. Estos organismos internacionales dirigieron la mirada de los gobiernos nacionales hacia la dimensión cuantitativa de la educación, como los niveles de cobertura, de deserción y repetición, y la relación cuantitativa docente-alumno […] (Quiceno, Sáenz y Vahos, 2004, p. 145).

1.3.2 La Misión Economía y Humanismo.

Entre diciembre de 1954 y junio de 1956, permaneció en el país la Misión Lebret conformada por varios especialistas7 bajo el mando del sacerdote Louis Joseph Lebret, director de investigaciones del centro Nacional de Investigación Científica de París. A esta misión, se le encomendó estudiar las condiciones sociales, económicas y establecer las necesidades de la población, en particular las relacionadas con la educación. Por recomendaciones del Presidente de la República8 y del Comité Ejecutivo de Planeación, con el interés de aprovechar los recursos y lograr el desarrollo del país, se solicitó a la misión:

 

 

 

7 Alain Marie Birou, sociólogo, directordelaencuesta; Raymond Delprat, especialistaencoyuntura, director para Francia de Economía y Humanismo; Jean Labasse, especialista financiero; Pierre Etienne Viau, especialista en Pedagogía; Esteban Nagy, economista coyunturista, agrónomo Comité Nacional de Planeación; Jaime Beltrán, arquitecto urbanista; Héctor Morales, experto agrícola, especialista en educación vocacional agrícola; Alicia Lozano, dibujante; Luz Forero, dibujante; Celina Vautier, secretaria; Michelle Loewer, secretaria.

8 Alberto Lleras Camargo.

 

 

 

 

1. Que estudiara los niveles de vida popular de las poblaciones rurales y urbanas con el fin de deducir las necesidades de consumo y de dotación.

2. Que expusiera un diagnóstico de conjunto sobre la situación económica del país y dedujera de él las perspectivas que se debían considerar para una planeación racional.

3. Que analizara particularmente la situación y las necesidades educativas (Comité Nacional de Planeación, 1958, p. 7).

 

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Figura 2. Informe Estudio sobre las condiciones de desarrollo

de Colombia (1958).

 

El informe de la misión, en su primera edición, se publicó en 1958 como, Estudio sobre las condiciones de desarrollo de Colombia. Fueron diez mil ejemplares, cada tomo con 443 páginas, a cargo de la Presidencia de la Repúblicayel Comité Nacional de Planeación. Enesteinforme, se incorporó la idea de la planificación educativa, que debía ser institucionalizada en entidades u organismos dirigidos por el Estado.

El informe, lo integra una parte preliminar, con cuatro capítulos: la población de Colombia; el ingreso nacional y su distribución por capas sociales; la estratificación social; y posición de Colombia entre los países desarrollados o en curso de desarrollo. Continúa el informe en cinco partes, de acuerdo con los objetivos de la misión, cada una de ellas integrada por capítulos. Se relacionan apartes pertinentes del documento:

La primera parte, “Análisis de los niveles de vida rurales y urbanos de Colombia”, expuso en ocho capítulos, el proceso diagnóstico y la aplicación de la encuesta rural, por parte del equipo de la Misión Economía y Humanismo. Esta encuesta, fue una adaptación de un instrumento construido para los países europeos, denominada “Diagnóstico rápido de una localidad rural”, que ya había sido aplicada en el Brasil. A partir del tercer capítulo se presentó el diagnóstico de la misión para el sector rural y urbano.

El diagnóstico efectuó recomendaciones para cada ministerio. En cuanto a la cartera de Educación Nacional, en relación con las poblaciones rurales, recomendó la enseñanza de la higiene, la moral sexual y familiar, multiplicar

 

escuelas de enseñanza agrícola y escuelas de capacitación doméstica, multiplicar el número de técnicos en agricultura y de consejeros agrícolas, preparar asistentes agrícolas, consejeros en ruralismo, mejorar y construir locales escolares, principalmente. Para las poblaciones urbanas recomendó la creación de una facultad de higiene, la preparación de urbanistas, la elaboración de planes de urbanismo para mejorar espacios escolares, centros culturales, de esparcimiento y campos deportivos, aumentar el número de becas para niños que hayan terminado la escuela primaria, crear cursos nocturnos para adultos, crear escuelas técnicas, formar jardineras de niños, entre otras.

En la cuarta parte, “Las evaluaciones globales”, uno de sus apartados, relaciona los principios generales de la planeación para ser aplicados en los departamentos con el interés de mejorar la producción económica del país y los factores de retardo y desequilibrio como la especulación, la insuficiencia de material estadístico, el nivel cultural, entre otros.

La quinta parte, “El Estado y el problema de la educación”, expuesta en una introducción y tres capítulos: el primero, “Balance de la educación en Colombia”, incluyó una descripción del estado de los distintos niveles de enseñanza primaria, normalista, profesional, secundaria, superior y para adultos. De la misma manera, presentó la problemática de la educación en los departamentos, relaciona la educación en Colombia y en algunos países extranjeros -en particular el caso anglosajón-, y, finalmente expuso una apreciación general sobre el nivel educacional en Colombia. Señaló como aspectos negativos las condiciones geográficas que dificultan el acceso a las escuelas, la pobreza, el acceso a materiales de enseñanza, los recursos para la construcción de escuelas, los salarios y el número de maestros. Como aspectos positivos planteó el éxito de algunas iniciativas: el caso de Radio Sutatenza, la Granja Agrícola de Fómeque y su red de escuelas, el papel de la Iglesia Católica en las iniciativas privadas en favor de la educación, entre otras.

El segundo capítulo titulado “Una política educacional adaptada a las necesidades del país”, señaló como principios que integrarían los objetivos de la política: el desarrollo integral del hombre colombiano, la situación concreta del país, la previsión de posteriores desarrollos, esfuerzos homogéneos, coordinados, objetivos y progresivos. Propuso objetivos por seguir para el desarrollo y la extensión de la enseñanza, relacionados

 

 

con la universalidad de la primaria y la capacitación del personal docente, lo cual implicaría aumentar el número de maestros graduados, la creación de cursos pedagógicos para los maestros bachilleres con un pensum que comprendería: psicología aplicada, pedagogía, legislación y administración escolar, y práctica cotidiana de la enseñanza. La creación de cursos de perfeccionamiento para maestros no graduados, el papel de los inspectores de la enseñanza como consejeros pedagógicos, períodos de práctica especializados, bibliotecas pedagógicas y publicaciones.

De la misma manera, mencionó la necesidad de hacer la enseñanza eficaz, lo cual implicaba reformar los programas y métodos de enseñanza primaria, y la necesidad de establecer una oficina de estudios de las construcciones escolares. Para la educación secundaria, superior y rural, propuso la organización de un centro de investigación científica, la realización de cursos psicotécnicos de orientación profesional, y la fundación de un servicio de planeación educativa para evaluar las exigencias del presupuesto educativo.

En relación con la educación técnica mencionó la necesidad de formar técnicos, especialistas y obreros calificados, proponiendo la creación de una división de educación industrial y comercial, así como la creación de secciones de capacitación obrera y artesanal en el Ministerio de Educación.

 

El tercer capítulo, “Perspectivas de una reforma profunda”, indicó que el país se veía frenado en su desarrollo por el analfabetismo y la insuficiencia de elementos humanos técnicos en todos los niveles, y propuso priorizar la preparación de equipos polivalentes para vivificar las comunidades básicas, las funciones pedagógicas del ejército y la formación de dirigentes superiores de la nación.

 

1.4 Acogida de la planeación en Colombia: alternativa al desarrollo en la Educación

Las recomendaciones sobre planeación efectuadas en los distintos momentos por las misiones Currie y Lebret, se acogieron y materializaron con la creación de la primera Oficina de Planeación en Colombia en 1951, para ocuparse del tema monetario y cambiario a través del Decreto 1928.

Posteriormente, en junio de 1956, se creó la Oficina de Planeamiento de

la Educación en el Ministerio de Educación Nacional con la asesoría de

 

 

expertos extranjeros que definieron planes y programas para el sector. Este hecho se destacó como uno de los resultados de la iniciativa gestada desde las conferencias realizadas hacia el Proyecto principal sobre extensión y mejoramiento de la educación primaria en América Latina y el Caribe, como se relaciona en el ítem siguiente.

Con la creación del Consejo Nacional de Política Económica y Social, CONPES, y del Departamento Administrativo de Planeación en 1958, a través de la Ley 19, se formularon políticas y se inició la era de elaboración de planes y programas. Esta misma ley ordenó la creación de otras oficinas en distintos ministerios, institutos, y entidades “[…] encargadas de preparar los planes parciales, de estudiar el orden y ritmo de las inversiones públicas, y de revisar y coordinar los distintos proyectos cuya ejecución corresponda a la respectiva entidad […]” (Art. 5).

De esta manera, se concretó el camino:

La planeación fue establecida en Colombia a comienzos de los años cincuenta con el gobierno de Mariano Ospina Pérez, y recibió impulso con la creación del Departamento Nacional de Planeación. Algunos desarrollos sobre política pública se establecen a partir de la creación del Consejo de Política Económica y Social, CONPES, mediante la Ley 19 de 1958, máxima autoridad nacional de planeación, organismo asesor del gobierno en los aspectos relacionados con el desarrollo económico y social del país. Sus estudios presentados y aprobados en las instancias pertinentes son conocidos como documentos CONPES (Agudelo, 2014, p.2).

1.4.1 Cooperación Técnica Internacional.

En el marco de la sesión IX de la Conferencia General de Naciones Unidas en 1956, realizada en Nueva Delhi, se aprueba el Proyecto principal sobre extensión y mejoramiento de la educación primaria en América Latina y el Caribe, cuya elaboración se dio con la culminación, tanto de la Conferencia Regional, como de la II Reunión de Ministros de Educación realizada en Lima.

En este proyecto se señalaron como problemáticas de la educación en América Latina: el número de niños que accedían a la educación primaria, la deserción escolar, el nivel educativo promedio que no superaba el primer grado, el crecimiento demográfico, la escasez de maestros y aulas, la carencia de