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LA CIENCIA, ¿Encuentra a Dios?

El Creador frente a las últimas revelaciones científicas

Antonio Cruz

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Editorial CLIE

C/ Ferrocarril, 8

08232 VILADECAVALLS (Barcelona) ESPAÑA

E-mail: clie@clie.es

Internet: http://www.clie.es

LA CIENCIA, ¿ENCUENTRA A DIOS?

El Creador frente a las últimas revelaciones científicas

Antonio Cruz

© 2004 por Antonio Cruz

Todos los derechos reservados.

ISBN: 978-84-8267-454-4

eISBN: 978-84-8267-592-3

Clasifíquese: APOLOGÉTICA ANTI-ATEÍSTA: Sobre la existencia de Dios

C.T.C. 03-14-1020-08

Referencia: 224590

Índice

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

1. ¿Qué es ciencia?

-Naturaleza de la ciencia

-Fe en la ciencia

-Cambio de cosmovisión científica

-Del azar ciego al diseño inteligente

-Filosofía de la ciencia

-Karl Popper y la fecundidad de lo falso

-Thomas Kuhn y los cambios de paradigma

-El “programa de investigación” de Imre Lakatos

-Paul Feyerabend contra la tiranía de la ciencia

-¿Es ciencia la teología?

-Estudio de los orígenes

-Límites de la ciencia

2. Diseño inteligente

-El diseño no es aparente sino real

-La complejidad existe desde el principio

-Los seres vivos rebosan finalidad

-¿Impide el diseño que la ciencia avance?

-El diseño natural insinúa a Dios

3. La nueva física señala a Dios

-Si materia y antimateria se aniquilan mutuamente, ¿cómo pudo originarse el universo?

-El misterio de lo material

-Las fuerzas ocultas del cosmos

-¿Está la materia hecha de espíritu?

-Principios enigmáticos de la física

1. Teoría cuántica

Principio de superposición

Principio de incertidumbre

-La dualidad onda-corpúsculo

-Propiedad de la no-localidad

2. Teoría de la relatividad especial

3. Teoría de la supercuerda

4. Teoría del todo

5. Teoría del caos

-¿Juega Dios a los dados?

-¿Está el Creador atrapado en el tiempo?

4. Los cielos proclaman la gloria de Dios

-El universo ha evolucionado desde exactamente nada

-Origen del universo según la teoría del Big Bang

-Dificultades de la Gran Explosión

-El relato bíblico de la creación

¿Es mítico el primer capítulo del Génesis?

La primera semana del mundo

-Creación y evolución: varios puntos de vista desde la fe

1. Creacionismo de la Tierra plana

2. Geocentrismo

3. Creacionismo de la Tierra reciente

4. Creacionismo de la Tierra antigua

a. Teoría del día-era

b. Creacionismo progresivo

c. Creacionismo del Diseño Inteligente

5. Evolucionismo teísta

6. Evolucionismo materialista

-Visión personal sobre el debate de los orígenes

-Evidencias de diseño en el universo

-El principio antrópico

-El universo y Dios

5. La vida: un plan muy ingenioso

-El origen de la vida

-¿Quién dibujó el ADN?

-Las proteínas como collares en tres dimensiones

-El código genético: diccionario de la vida

-La célula no es una caja negra

-Las máquinas multiproteicas hablan de diseño

-La maravilla del desarrollo embrionario

-El invento de la muerte

-Cómo descubrir el diseño

-El singular motor de la bacteria

-Los vegetales obligan a pensar en Dios

-Los insectos resuelven problemas de matemáticas

-El arma química de un escarabajo

-Implicaciones teológicas del diseño

6. La ciencia empieza a dudar del evolucionismo

-No es lo mismo saltar una zanja de un metro, que las cataratas del Niágara

-Lynn Margulis y su nueva idea de la evolución

-Las piedras hablan muy claro

-Una teoría para explicar los eslabones perdidos

-¿Son las mutaciones el motor de la evolución?

-El poder de la selección natural

-El origen del hombre a la luz de la ciencia actual

-¿Cómo queda el evolucionismo teísta?

7. La mente del universo en la complejidad de los genes

-Misterios del gen

-El ADN basura y la Caída

-Origen de los grupos sanguíneos

-Sensacionalismo genético

-Genética y libertad: ¿es el hombre libre?

-Galería de genes famosos

-Los genes Hox implican diseño y creación

-Un mismo diseño para el ojo humano y el de la mosca

-Los genes de la fe

8. El misterio de la conciencia

-¿Máquinas más inteligentes que el hombre?

-La conciencia humana: el gran reto de la ciencia actual

-El cerebro, el yo y el alma

9. ¿Hay vida en otros mundos?

-Panorama del sistema solar

-El meteorito marciano de la Antártida

-Búsqueda de extraterrestres en planetas de otros soles

10. Las huellas del Creador son cada vez más evidentes

-Certezas físicas

-Certezas cosmológicas

-Certezas biológicas

-Certezas genéticas

-Certezas neurobiológicas

-Certezas astronómicas

-Naturaleza del Creador

CONCLUSIÓN

GLOSARIO

ILUSTRACIONES

BIBLIOGRAFÍA

ÍNDICE ONOMÁSTICO Y DE CONCEPTOS

Prólogo

En la España de la primera mitad del siglo XX, la apologética cristiana giró en torno a dos libros en particular, tan afines en su propósito y sus argumentos como divergentes en la identidad confesional de sus autores: A Dios por la ciencia,1 del jesuita Jesús Simón, y Pruebas tangibles de la existencia de Dios2, escrito por mi padre, el pastor protestante Samuel Vila. Aunque enfrentados en cuestiones dogmáticas, donde no dudaron en chocar repetidamente el acero de sus plumas cual espadas literarias3, la controversia doctrinal no les fue impedimento para unir sus fuerzas en un propósito de interés común: argumentar, en el contexto de un ateísmo creciente, la realidad de un Dios Creador.

Ambos merecen hoy justo reconocimiento como paladines de la fe. En una sociedad en la que el naturalismo y el positivismo se habían convertido en axioma; en un escenario científico donde, a juicio de interlocutores tan cualificados como el astrónomo Carl Sagan, “un supuesto Dios creador” se había quedado “sin trabajo que hacer”; seguir defendiendo la existencia de un Supremo Hacedor sonaba a propuesta de ingenuos, por no decir apuesta de locos. Todos los vientos científicos soplaban en su contra.

Y sin embargo, navegando contracorriente, ambos se mantuvieron firmes en su lema de que “una fe razonada hace una fe firme”. Apelando a los atisbos de sabiduría evidentes tanto en el diseño del cuerpo humano como del mundo que lo rodea, y manejando con magistral habilidad los pocos argumentos científicos –si es que alguno– que todavía jugaban a su favor, ambos se mantuvieron apegados a la vieja teoría de “el reloj y el Relojero”, sosteniendo que si encontramos un reloj abandonado en una playa desierta no concluiremos que es el producto espontáneo de una combinación fortuita de granos de arena, sino que detrás debe haber un Relojero inteligente que lo diseñó.

Sus ojos se humedecerían hoy de emoción al sostener en sus manos un ejemplar del presente libro. Porque su autor, como tantos otros científicos cristianos actuales, católicos y protestantes, es fruto directo de su trabajo, de su tenacidad y de su fe inquebrantable en un Dios Creador.

¡Cuánto han cambiado las cosas! A lo largo del siglo XX, la ciencia ha hecho descubrimientos espectaculares. Y todos ellos confluyen ahora en un punto: la necesidad de recurrir a la idea de un designio inteligente para explicar la creciente complejidad del universo.

La física ha demostrado que el cosmos tuvo un principio, que el universo es mucho mayor, más complejo y más maravilloso de lo que en principio se intuía. Y que el ajuste de los mecanismos que lo gobiernan, el llamado principio antrópico, resulta muy difícil de explicar sin recurrir a un designio inteligente. La Biblia adquiere así vigencia. Génesis 1 recupera el sentido y la credibilidad científica.

La biología ha penetrado en el interior de la célula, desentrañando los misterios del gen y descubriendo que lo que Darwin creía el punto y final en la cadena evolutiva encierra en su interior un universo tanto o más complejo y maravilloso que el universo exterior. Los mecanismos irreductiblemente complejos han puesto en tela de juicio el desarrollo evolutivo a través de mutaciones aleatorias y el origen de la vida sigue siendo inexplicable sin recurrir a un designio inteligente.

La neurología, a través de investigaciones como las llevadas a cabo por Andrew Newberg en la Universidad de Pennsylvania sobre el comportamiento del cerebro humano en relación a la espiritualidad, está descubriendo que las conclusiones de Sigmund Freud, al afirmar que: “La religión es un espejismo”4, eran precipitadas y reduccionistas, y que la teoría de una inmensa computadora desligada de todo elemento trascendente resulta insuficiente a la hora explicar la complejidad y la peculiaridad de la conciencia humana.

Se está invirtiendo el proceso. Si bien a principios del siglo XX era casi obligatorio, por razones de prestigio, que un científico negara la existencia de Dios, a principios del siglo XXI, es cada vez mayor el número de investigadores que reconocen la aparición de una nueva cosmovisión científica que, por darle un nombre, podríamos bien calificar como postevolucionista. En este sentido, Paul Davies, el famoso profesor inglés de física teórica, refiriéndose a las implicaciones de las teorías cuántica y de la relatividad, escribió en el prefacio de su libro Dios y la nueva física5:

“Los físicos han comenzado a darse cuenta de que sus descubrimientos exigen una reformulación radical de la mayor parte de los aspectos fundamentales de la realidad. Y están enfocando sus temas de un modo totalmente nuevo e inesperado, que parece alcanzar un elevado sentido común y acercarse más al misticismo que al materialismo.”

No vamos a negar que la mayor parte del estamento científico continúa todavía declarándose agnóstico cuando no abiertamente ateo. Pero la situación es ahora muy distinta. El balón está en su campo. De modo que si bien antaño eran los apologistas cristianos los que tenían que esforzarse en argumentar la existencia de un Creador, hoy son algunos científicos ateos los que investigan febrilmente intentando apartarle de la escena. Hace unos años, creer en Dios requería un salto de fe; ahora cada vez hace falta más fe para seguir negando su existencia.

No debería extrañarnos, por tanto, el empeño de algunos científicos, como el físico Stephen Hawking, en tratar de probar contra toda evidencia y recurriendo a números imaginarios6 que el universo es eterno; o los trabajos de investigación del físico molecular Dean Hammer en torno al VMAT2, el llamado gen de la espiritualidad o el gen de Dios7, abriendo con ello de nuevo el viejo debate sobre si Dios es el producto de una necesidad evolutiva o una realidad trascendente esculpida en el genoma por la mano de su propio Diseñador. El autor de Eclesiastés ya zanjó este debate varios siglos antes de Cristo cuando escribió afirmando, con respecto a los hombres, que el Creador “puso eternidad en el corazón de ellos” (3:11). Y como tan acertadamente concluye Jeffey Kluger8, al científico del siglo XXI le basta con sustituir aquí el término “eternidad” por “gen” para encontrarse de bruces, frente a frente, con la realidad incuestionable del Dios Creador.

En este contexto, es imprescindible que la comunidad cristiana, y en especial las jóvenes generaciones, estén debidamente informadas y dispongan de una literatura cristiana a la altura de las circunstancias. La obra del Dr. Cruz viene a llenar un vacío importante en este sentido y la Editorial CLIE, fiel al espíritu y al lema de su fundador de que “una fe razonada hace una fe firme”, se siente privilegiada de publicarla y hacerla accesible.

Terrassa, diciembre de 2004

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ELISEO VILA,
Presidente de la Editorial CLIE

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1 A Dios por la ciencia, Jesús Simón, S. J., Editorial Lumen, Barcelona.

2 Pruebas tangibles de la existencia de Dios, Samuel Vila, Editorial CLIE, Terrassa, Barcelona.

3 A las fuentes del cristianismo, Samuel Vila, Editorial CLIE, Terrassa, Barcelona. ¿Protestante...?, Jesús Simón, S. J., Editorial Obra Cultural.

4 New Introductory Lectures on Psychoanalysis, Sigmund Freud, (1932).

5 Dios y la nueva física, Paul Davies, Salvat Editores, Barcelona (1990).

6 El universo en una cáscara de nuez, Stephen Hawking , Editorial Crítica (2002).

7 The God Gene: How Faith Is Hardwired Into Our Genes, Doubleday; (2004).

8 «Is God in our Genes?» Jeffrey Kluger, Time Magazine, November, 29th 2004.

A la memoria de don Samuel Vila (1902-1992),
cuyos textos apologéticos marcaron mi adolescencia.

“Las cosas invisibles de Dios, (...)
se hacen claramente visibles desde la creación del mundo”.

SAN PABLO

“Un poco de ciencia aleja de Dios, mucha ciencia acerca de nuevo a Dios”.

LOUIS PASTEUR

Conclusión

El hombre del siglo XXI, acostumbrado al imparable deterioro medioambiental y a las crisis económicas; que sufre la superpoblación y las migraciones caóticas, así como la miseria endémica, el hambre y la ignorancia en los suburbios de las grandes ciudades o en regiones alejadas del flujo económico global; que empieza a ver cómo hasta la naturaleza se resiente de tanta contaminación lanzada al aire; y observa con terror los tornados destruyendo ciudades pobres y ricas en América, las sequías que devastan aldeas africanas o los maremotos inundando poblaciones de Asia; se ha dado cuenta de que ya nadie es una isla. Todo nos afecta a todos. El terrorismo violento y sanguinario que antaño se vislumbraba como un espejismo alejado en el horizonte, hoy se nos ha colado en la sala de estar de cada hogar. Y nos ha hecho entender que el sufrimiento y la muerte de cualquier persona nos empobrece y humilla a todos porque, de alguna manera, todos somos responsables. El pecado es como un bumerán que retorna sobre el ser humano sus temibles consecuencias.

Ante estas tristes realidades, el hombre y la mujer de hoy continúan haciéndose las mismas preguntas de siempre. ¿Por qué estamos aquí? ¿quién ha hecho las leyes de la naturaleza? ¿qué hay más allá de la muerte? ¿nos observa alguien desde afuera de la Tierra? ¿a dónde vamos? ¿hay motivos para la esperanza? ¿existe Dios? La ciencia verdadera ha huido siempre de tales cuestiones ya que no entran dentro de sus posibilidades explicativas o de comprobación experimental. No obstante, el naturalismo materialista ha venido intentado, desde el siglo XVIII, casar la ciencia con una visión atea del mundo. Pues bien, esto ha llegado a su fin. La ciencia contemporánea se ha divorciado completamente del ateísmo naturalista y se muestra abierta a la trascendencia y a la existencia de un Creador inteligente. Es lo que hemos intentado documentar en estas páginas. La nueva ciencia ha mostrado que la actividad del universo no ha podido existir siempre. La materia y energía no están dispuestas al azar, sino según una compleja organización muy bien pensada. Se mire donde se mire, siempre se ve lo mismo, orden, jerarquía y organización. Todo esto apunta a la existencia de un Dios inteligente y bondadoso.

Resurge así con fuerza la teología natural convencida de que, a pesar de los problemas, el mundo se explica mucho mejor con Dios, que sin él. El teísmo ofrece un marco explicativo más coherente y fiable que el ateísmo. No estamos diciendo que los ateos sean tontos, pero sí aseguramos que desde la materia y el azar no es posible explicar satisfactoriamente la realidad que nos envuelve. El universo y la vida demandan la existencia de un Dios racional capaz de crear al ser humano a su imagen. Es decir, un ser supremo que es persona omnipotente, omnisciente y perfectamente libre. Está claro que al definirlo así, se le limita, pues Dios es mucho más que las ideas que se puedan tener acerca de él. Reconocemos que el lenguaje humano finito es insuficiente para referirse a un Dios infinito.

No obstante, al decir que Dios es personal se quiere afirmar que actúa intencionada y específicamente, con el fin de alcanzar los objetivos que él mismo ha establecido. Como Dios es persona podemos llamarle Padre, y no “Energía”, “Fuerza cósmica” o “Poder físico”, pues, aunque él está siempre en todo lugar, sus acciones van más allá, por ejemplo, de la fuerza de la gravedad, la atracción entre los átomos, la lluvia o el relámpago. Por supuesto, él puede servirse de los fenómenos naturales pero también es capaz de actuar de forma singular, independientemente de éstos, en cada circunstancia concreta. De ahí que el milagro sea siempre una opción abierta en sus poderosas manos.

El concepto de omnipotencia implica que Dios puede hacer lo quiera, siempre y cuando esté de acuerdo con su naturaleza divina. No puede crear un círculo cuadrado o una piedra tan pesada que él mismo no sea capaz de levantarla, como aseguraban los teólogos medievales. No podemos imaginar a Dios realizando actos irracionales, porque él es un ser racional. De la misma manera, la idea de la omnisciencia significa que Dios sabe todo aquello puede ser sabido, mientras que su libertad no debe entenderse como algo sujeto a algún capricho arbitrario. Dios no tiene libertad para desear el mal, puesto que esto iría contra su propia naturaleza bondadosa.

El papel que corresponde al Creador no es únicamente el de haber iniciado el mundo, sino también el de sustentarlo a lo largo de toda su historia. Y semejante acto de sustentación significa que, en cada instante, Dios está rescatando al universo del abismo de la nada. El cosmos existe porque el lo llama continuamente a la existencia. Esto es lo que significa creación de la nada (creatio ex nihilo) y no tiene nada que ver con la fluctuación de vacío o con la nada cuántica a que se refieren los cosmólogos. Todas las leyes y ecuaciones del mundo existen única y exclusivamente porque Dios las ha decretado. Él continúa estando presente a través de ellas y por encima de ellas.

Pero Dios no pertenece sólo al orden de las leyes naturales, sino también al orden del amor. Como escribió el evangelista San Juan:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna.” (Jn. 3: 16.)

Lo más característico de Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios según la Biblia, no fue su existencia terrena, sino su muerte en la cruz. La mayoría de los grandes líderes religiosos, o fundadores de religiones, fueron casi siempre hombres que murieron a edades avanzadas, rodeados de seguidores respetuosos y compungidos que estaban dispuestos a seguir su ministerio. Sin embargo, Jesús murió escandalosamente joven, en la flor de la vida. Fue ajusticiado mediante el peor de los tormentos conocidos en la época. Sus discípulos le abandonaron despavoridos en un primer momento, creyendo que toda su misión había sido un completo fracaso.

La muerte de Jesús continúa siendo, en plena era de la globalización, uno de los asuntos que provoca más interés en el ser humano. ¿Fue sólo la desaparición definitiva de un hombre bueno que intentó cambiar el sistema, como tantos otros antes y después de él? ¿o realmente Jesús fue quien dijo ser, la encarnación de Dios en la tierra? Desde el principio, todos sus discípulos empezaron a decir que aquella crucifixión era el acto cruento a través del cual el hombre podía reconciliarse con su Creador. El Cristo del Gólgota no es una imagen de derrota, sino de victoria, glorificación y esperanza para toda la humanidad. Los seguidores del Maestro entendieron que la paradoja de la cruz quedó perfectamente superada con la resurrección de entre los muertos.

Igual que brotan los tallos verdes de las plantas, la vida surgió de las entrañas de una tumba hebrea cavada en la roca. La muerte no fue el final de Cristo. Su cuerpo humano experimentó una transformación que lo elevó a un nuevo modo de existencia glorificada y eterna. Algo muy especial tuvo que ocurrir allí para que unos hombres acobardados, como eran sus propios discípulos, se convirtieran en pocos días, en valientes anunciadores del mensaje del crucificado. Algunos dieron la vida, años más tarde, por su Maestro. En vez de prestigio, riqueza o poder consiguieron ser azotados, apedreados, torturados, echados a las fieras e incluso crucificados. Es razonable pensar que lo que produjo semejante cambio de actitud, debió ser algún acontecimiento verdaderamente importante y excepcional que cambió para siempre sus vidas.

El apóstol Pablo, en su carta a los cristianos de Corinto, les dice que Jesús, “resucitó al tercer día”, y a esta afirmación le añade una lista de personas que le vieron resucitado. La mayoría de estas personas todavía estaban vivas cuando Pablo escribió su carta, por lo que podían haber desmentido perfectamente semejante afirmación. Pero nadie lo negó. Estos textos de Pablo fueron escritos en una época muy temprana en la vida de la iglesia cristiana primitiva y bastante próxima a los sucesos que se refiere.

En cuanto a las apariciones que se sucedieron después de la resurrección, hay un detalle interesante que es común a todas. A pesar de las notables diferencias geográficas y de personas que las relatan, todas coinciden en señalar que reconocer al Cristo resucitado, en ningún caso fue una tarea fácil. Se le descubre casi siempre después de un cierto tiempo en que nadie es capaz de identificarlo. Esta tardanza en reconocer al Maestro puede ser interpretada como la existencia de un recuerdo históricamente verídico de aquello que en realidad ocurrió.

Entre las evidencias de la resurrección, la tumba vacía es la más importante. La costumbre romana de arrojar los cadáveres de los crucificados al anonimato de una fosa común, sirvió de base para cuestionar la autenticidad del relato bíblico. No obstante, el escándalo y la polémica originada entre los judíos por la predicación de los primeros cristianos que proclamaban la resurrección de Jesús, siempre aceptó el hecho de que la tumba estaba vacía. La explicación dada por las autoridades judías iba por otros derroteros, los de suponer que fueron los propios discípulos quienes hurtaron el cuerpo y lo escondieron. Pero esta explicación resulta inverosímil, dado el pánico que en un primer momento les embargó y las estrictas medidas de seguridad adoptadas por el ejército romano. Si la historia de la resurrección hubiera sido sólo un invento de los discípulos para intentar crear una nueva religión, ¿cómo es que los primeros testigos de tan singular acontecimiento fueron precisamente las mujeres que, según la ley de los judíos, no podían ser testigos en asuntos legales?

Desde luego, por muchas razones que se aporten, nunca será posible convencer a quien no desea creer. Sin embargo, la fe cristiana no es un suicidio intelectual pues hay importantes argumentos, tanto históricos como teológicos, para aceptar dicho acontecimiento. La fe en la resurrección de Jesús descansa sobre la base de unos hechos históricos, pero tales hechos quedan confirmados y validados, después de dos mil años de historia, por la experiencia personal de la fe. Experiencia que el autor de esta obra posee y se complace en compartir.

Glosario

Ácidos nucleicos: Nombre genérico del ADN y el ARN.

Adaptacionismo: Creencia que todas las estructuras y propiedades de un ser vivo son el resultado de cambios adaptativos.

Adaptativo: El cambio en una parte del cuerpo, en la forma de un órgano, o en la secuencia de un gen, que produce una mayor utilidad en su entorno.

Adenina: Una de las cuatro bases nitrogenadas presentes en los nucleótidos del ADN y del ARN.

ADN: ácido desoxirribonucleico. Molécula que lleva la información genética y está constituida por muchos nucleótidos formados por ácido fosfórico, desoxirribosa y una base nitrogenada.

ADN ligasa: Enzima capaz de unir dos porciones de ADN que están próximas y que, por tanto, juega un papel importante en la reparación del ADN. Se utiliza en ingeniería genética para unir el ADN extraño al del plásmido en el que se pretende incorporar.

ADN recombinante: Molécula que resulta de la unión artificial, mediante ingeniería genética, de segmentos de ADN de procedencia distinta.

Afinidad: Fuerza con que una molécula de un cuerpo se pega a otra. Una proteína Hox, por ejemplo, puede tener más o menos afinidad por la zona reguladora de un gen.

Alelo: Variante de un gen; por ejemplo, para el gen que determina el color de los ojos pueden existir los alelos de color negro, azul, marrón, etc.

Alelo dominante: Alelo que cuando está en heterocigosis con un alelo recesivo manifiesta su fenotipo. Por ejemplo, la altura de la planta de los guisantes está controlada por dos alelos, uno para originar plantas altas (A) y otro para plantas bajas (a). Cuando ambos están presentes (Aa), es decir, cuando la planta es heterocigota, la planta crece alta, ya que el alelo “A” es dominante y enmascara al “a” recesivo.

Alelo recesivo: Alelo que cuando está en heterocigosis con un alelo dominante no manifiesta su fenotipo. El aspecto controlado por un alelo de tipo recesivo sólo se hace aparente en un individuo cuando se presenta en forma doble. En el ejemplo anterior de la planta de los guisantes, una planta baja sería necesariamente (aa).

Algoritmo: Conjunto ordenado de operaciones sistemáticas que permiten hallar la solución de un problema o llevar a cabo una determinada tarea.

Alopátrico: Se llama así al modelo de formación de nuevas especies ideado por Sewall Wright. Explica el hecho de los rápidos cambios genéticos que acumula una especie, cuando se encuentra aislada, en poblaciones pequeñas.

Aminoácido: molécula pequeña que constituye la unidad estructural de las proteínas. En los seres vivos sólo existen 20 aminoácidos distintos que forman todas las proteínas.

Anaeróbico: Capaz de vivir sin oxígeno.

Anemia falciforme: Enfermedad hereditaria crónica que se caracteriza por la disminución de los niveles de hemoglobina en la sangre. La hemoglobina es un pigmento verdoso que se encarga de transportar el oxígeno a los tejidos. Este trastorno se debe a una alteración de la hemoglobina que deforma los glóbulos rojos, haciéndoles adoptar forma de “hoz” por lo que son destruidos fácilmente. También se le llama drepanocitosis.

Anencefalia: Ausencia congénita de cerebro, incompatible con la vida.

Aneuploidía: Célula con un cromosoma de más o de menos.

Anidación: Proceso por el que el embrión se une a la pared del útero hacia los seis o siete días después de la fecundación.

Anovulatorio: Anticonceptivo de naturaleza química que impide la ovulación.

Antianidatorios: Dispositivos intrauterinos cuyo fin es evitar la anidación del cigoto.

Anticonceptivos: Medios mecánicos o químicos cuya finalidad es evitar la concepción. Además de los preservativos, el diafragma o la píldora convencional, hoy se está extendiendo cada vez más el uso de la píldora abortiva RU- 486.

Anticuerpo: Proteína producida por ciertos linfocitos de la sangre en respuesta a la entrada al organismo de una sustancia extraña (antígeno) para neutralizarla. La unión anfígeno-anticuerpo es muy específica.

Antielectrón: Véase positrón.

Antineutrón: Antipartícula del neutrón que cuando choca con él se aniquilan ambas, quedando solamente energía.

Antimateria: Materia formada por antipartículas o partículas elementales de magnitudes características opuestas a las de la materia. La antimateria se aniquila en contacto con la materia.

Antiprotón: Antipartícula del protón que posee la misma masa que él y cuando choca con él se aniquilan ambas, quedando solamente energía.

Antígeno: Cualquier sustancia que el organismo pueda reconocer como extraña y, por tanto, desencadenar una respuesta inmunitaria. Los antígenos pueden ser introducidos en el cuerpo o formarse dentro de él. Generalmente se trata de proteínas.

Antiparalelo: Dícese de las dos cadenas nucleotídicas paralelas del ADN en las que ambas presentan la misma dirección, pero sentidos opuestos.

Antropología: Ciencia que estudia al ser humano en sus aspectos físicos, sociales y culturales. // ETIMOL. Del griego antropo (hombre) y logía (ciencia).

Arqueas: Llamadas también arqueobacterias. Son bacterias adaptadas a condiciones extremas de temperatura, acidez, etc.

Axioma: Proposición o enunciado básico tan claro y evidente que se admite sin demostración.

ARN: Ácido ribonucleico. Compuesto orgánico complejo de las células vivas relacionado con la síntesis de proteínas. La mayor parte del ARN se sintetiza en el núcleo, desde donde se distribuye a varias partes del citoplasma. Está formado por una larga cadena de nucleótidos en los que el azúcar es la ribosa y las bases son la adenina, guanina, citosina y uracilo. El ARN mensajero (ARNm) es responsable de trasladar el código genético transcrito desde el ADN a los centros de la célula especializados en las formación de proteínas (ribosomas). El ARN ribosómico (ARNr) se encuentra en los ribosomas y está formado por una hebra simple doblada sobre sí misma. El ARN de transferencia (ARNt) está relacionado con el ensamblaje de los aminoácidos para formar la proteína.

ATP: Siglas que corresponden a la molécula de adenosín trifosfato (o trifosfato de adenosina). Se trata de un nucleótido fundamental como transportador de energía química en los organismos vivos.

Bacteria: Organismo celular microscópico que carece de núcleo diferenciado y que puede multiplicarse por bipartición, división simple o por esporas. Algunas son agentes de determinadas enfermedades infecciosas. // ETIMOL. Del griego bakteria, (bastón).

Bacteriófago o fago: Virus parásito de una bacteria. Cada fago es específico de un único tipo de bacteria.

Base nitrogenada: Molécula que forma parte de un nucleótido. En el ADN existen las cuatro siguientes: adenina (A), timina (T), citosina (C) y guanina (G), mientras que en el ARN la timina se sustituye por el uracilo (U). Las bases nitrogenadas dan especificidad a los distintos nucleótidos.

Bauplan: Se llama así al plan fundamental de diseño común a un amplio grupo de especies. Según la tradición morfológica alemana es la clave para entender el mundo vivo.

Biodiversidad: Variedad de especie vegetales y animales de la biosfera, así como de los genes que los constituyen y los ecosistemas con los que se relacionan.

Bioética: Ética de la vida. Parte de la filosofía moral o de la ética que estudia la licitud o ilicitud moral de las intervenciones sobre la vida de las personas, aplicando las técnicas biomédicas más avanzadas.

Biología molecular: Parte de la biología que estudia las moléculas que constituyen a los seres vivos.

Biomolécula: Molécula relacionada con el mantenimiento y los procesos metabólicos de los organismos vivos. Incluyen a los carbohidratos, lípidos, proteínas, ácidos nucleicos y moléculas de agua.

Blastocele o blastocelo: Cavidad de la segunda fase del desarrollo de un embrión. ETIMOL. Del griego blastós (germen) y koilos (hueco).

Blastocito: Nombre que recibe el embrión desde el séptimo día desde la fecundación hasta el decimocuarto.

Blastodermo: Masa de células que procede de la segmentación del óvulo fecundado y que da lugar a la blástula o segunda fase del desarrollo del embrión. ETIMOL. Del griego blastós (germen) y dérmos (piel).

Blastómero: Cada una de las células que componen la blástula o segunda fase del desarrollo de un embrión.

Bosón: Partícula, o patrón de vibración de una cuerda, que tiene espín entero.

Capas greminales: Cuando los embriones de casi todos los animales, alcanzan la fase llamada gástrula, en la que ésta tiene forma de esfera hueca, se llaman capas germinales a las tres capas que se observan. El ectodermo, que dará lugar a la piel y el sistema nervioso; el mesodermo, a los músculos, y el endodermo, al tubo digestivo y sus órganos anexos.

Cápsida: Capa proteica que recubre a un virus, también llamada cápside, y que está formada por unidades denominadas capsómeros.

Cariotipo: Conjunto de las características morfológicas externas -forma, tamaño y número- de los cromosomas que existen en una célula.

Cavidad amniótica: Saco lleno de líquido que envuelve al embrión y le proporciona un medio de protección frente a la presión de los órganos maternos.

Célula: Unidad fundamental de los seres vivos, dotada de cierta individualidad funcional y generalmente visible sólo al microscopio. ETIMOL. Del latín cellula (celdita).

Célula germinal: Aquella, con dotación cromosómica haploide (n), destinada para la fecundación y procreación de los organismos; gameto.

Célula somática: Célula, con dotación cromosómica diploide (2n), que constituye la mayoría de los tejidos y órganos de los seres vivos. No está destinada a la reproducción.

Célula totipotente: Célula embrionaria que tiene la capacidad de originar un organismo completo mediante divisiones celulares sucesivas.

Centrifugación: Sometimiento de una sustancia a una fuerza centrífuga para conseguir la separación de componentes que están unidos o mezclados.

Centríolo: Orgánulo intracelular tubular, doble, que durante la mitosis emigra a los polos de la célula y rige la formación del huso acromático.

Cigoto: Célula huevo que procede de la unión de un gameto masculino, o espermatozoide, con otro femenino, u óvulo, en la reproducción sexual. // ETIMOL. Del griego zygóo (yo uno).

Citocromo: Grupo de proteínas que poseen todas un átomo de hierro en el grupo hemo y que forman parte de la cadena transportadora de electrones, de las mitocondrias y cloroplastos. Los electrones son transferidos por cambios reversibles en el átomo de hierro entre la forma reducida y la oxidada.

Citoplasma: Parte de la célula que rodea al núcleo y que está limitada por la membrana celular. ETIMOL. Del griego kytos (célula) y plasma (forma).

Citosina: Una de las cuatro bases nitrogenadas presentes en los nucleótidos del ADN y el ARN.

Clina: Cambio gradual de una característica o de la frecuencia de un gen, siguiendo una determinada dirección u orientación geográfica o ambiental.

Cloroplasto: Orgánulo de las células vegetales donde tiene lugar la fotosíntesis.

Código genético: Sistema que permite traducir la información genética contenida en el ADN para la obtención de proteínas específicas.

Codón: Triplete de nucleótidos dentro de una molécula de ARN mensajero, que funciona como la unidad del código genético y que generalmente especifica la integración de un aminoácido particular durante la síntesis de las proteínas en la célula.

Conducto deferente: Conducto excretor del testículo que va desde el epidídimo hasta el conducto eyaculador.

Conjugación: Forma de reproducción sexual que se observa en algunas algas, bacterias y protozoos ciliados. En estos casos se unen dos individuos mediante un tubo. El material genético de una de las células pasa a través del tubo a la otra.

Consanguinidad: Unión por parentesco natural de personas que descienden de antepasados comunes.

Cordón umbilical: Conjunto de vasos que unen la placenta de la madre con el vientre del feto.

Corion: Envoltura más externa del embrión que recubre a todas las demás y que colabora en la formación de la placenta. ETIMOL. Del griego khórion (piel, cuero).

Corpúsculo polar: Célula que se origina durante la división celular (meiosis) que da lugar a la formación de los gametos femeninos (óvulos).

Cromatina: Sustancia que contiene material genético y proteínas básicas, y que se encuentra en el núcleo de las células.

Cromosoma: Cada uno de los filamentos de material hereditario que forman parte del núcleo celular y que tienen como función conservar, transmitir y expresar la información genética que contienen. ETIMOL. Del griego khroma (color) y soma (cuerpo).

Cromosoma sexual o heterocromosoma: Es el que decide genéticamente el sexo de la persona. En la mujer hay dos cromosomas sexuales iguales, representados por la fórmula XX, mientras que en el hombre existen dos cromosomas desiguales, XY.

Dendrón: Cualquiera de las prolongaciones citoplasmáticas mayores que se originan en el cuerpo celular de las neuronas motoras. El dendrón se ramifica, a su vez, en dendritas.

Desespiralización: Proceso de separación de las dos hebras constituyentes de la doble hélice del ADN.

Desoxirribosa: Azúcar de cinco carbonos (pentosa) derivado de la ribosa, que es un componente de los nucleótidos (desoxirribonucleótidos) que forman el bloque estructural de la molécula de ADN.

Determinismo: Concepción filosófica según la cual todos los acontecimientos del universo están sometidos a las leyes naturales. El determinismo niega la existencia de la libertad humana para decidir.

Diferenciación celular: Proceso mediante el cual las células se especializan de forma permanente para dar lugar a los distintos tejidos.

Diploide: Véase “haploide”.

Dominante: Término que se aplica a un determinado alelo o gen (Ver “alelo dominante”)

Ectodermo: Capa celular externa del embrión que origina, entre otras cosas, al sistema nervioso y a la epidermis.

Ectogénesis: Posibilidad de desarrollar embriones humanos fuera del útero materno en placentas artificiales o animales.

Electroforesis: Método de separación de una mezcla de partículas con carga eléctrica en disolución, basado en sus diferentes velocidades de migración al ser sometida la disolución a la acción de un campo eléctrico.

Electromagnetismo: Parte de la física que estudia la interacción de los campos eléctricos y magnéticos.

Electrón: Partícula elemental que se encuentra en todos los átomos, agrupada en capas alrededor del núcleo.

Embrión: Primera fase del desarrollo del huevo o cigoto. En los mamíferos al embrión se le llama “feto” cuando tiene ya las características de su especie. En el hombre, después de tres meses de gestación.

Embrión humano a la carta: Gracias a las técnicas de reproducción asistida, en la actualidad es posible ya seleccionar algunos rasgos del futuro hijo, como el sexo. En Estados Unidos es posible comprar embriones con determinados caracteres.

Endodermo: Capa celular interna del embrión que origina, entre otras cosas, el tubo digestivo.

Endometrio: Membrana mucosa glandular que reviste interiormente al útero. Durante la madurez sexual experimenta fases de proliferación y destrucción.

Entropía: Medida del grado de desorden de un sistema. Cuanto mayor sea la entropía, mayor es el desorden. Cualquier cambio que tenga lugar en un sistema cerrado tiende a aumentar la entropía o el desorden, lo que significa que la entropía del universo (si es que éste es considerado un sistema cerrado) está aumentando continuamente, a la vez que su energía va disminuyendo. Este incremento en la entropía del universo es una forma de ver la segunda ley de la termodinámica.

Enucleado: Sin núcleo.

Enzima: Proteína que actúa como un catalizador en una reacción bioquímica. Cada enzima es específica para una reacción o para un grupo de reacciones relacionadas.

Epistasis: Modificación del fenotipo de un gen debida a la interacción con otro gen distinto.

Epitelio: Capa continua de células que recubre las superficies internas y externas de los órganos.

Epitelio cístico: Primer epitelio que aparece en el embrión.

Esterilidad: Incapacidad de fecundar en el macho y de concebir en la hembra.

Estricnina: Alcaloide cristalino venenoso que se encuentra en ciertas plantas.

Especiación: Formación de nuevas especies.

Especie: Conjunto de individuos con capacidad para reproducirse entre sí y tener descendientes fértiles. Hasta la fecha se desconocen casos de cruzamiento entre el hombre y otras especies.

Esperma: Líquido que contiene los espermatozoides que se producen en el aparato genital masculino; semen. ETIMOL. Del latín sperma, y éste del griego spérma (simiente, semilla).

Espermatozoide: Célula sexual masculina que se forma en los testículos. ETIMOL. Del griego spérma (semilla), zoion (animal) y ñoide (semejanza).

Estrógenos: Hormonas sexuales femeninas producidas por los folículos de Graaf del ovario. Actúan en el desarrollo del aparato genital y de los caracteres sexuales secundarios.

Etología: Ciencia que estudia el comportamiento y las costumbres de los animales, y sus relaciones con el medio ambiente.

Eucariota: Célula con núcleo diferenciado.

Eufenesia: Disciplina que trata de cambiar la expresión de los genes manipulando el ambiente en vez del genotipo.

Eugenesia: Aplicación de las leyes de la herencia a la mejora biológica de la especie humana.

Eugenismo: Actitud racista que pretende favorecer la procreación de individuos presuntamente perfectos, a partir de la manipulación de su patrimonio genético.

Euploidía: Célula con más de dos juegos completos de cromosomas.

Evoluta: Hablando de una curva plana, la envolvente de sus normales, o el lugar de sus centros de curvatura.

Evolvente: Curva que puede considerarse como descrita por uno de los extremos de un hilo arrollado al principio sobre una curva a la cual está fijo sobre el otro extremo y que al desenrollarse permanece siempre tenso.

Exón: Secuencia de nucleótidos específicas de genes que codifican las proteínas. Ver intrón.

Expresividad: Grado de intensidad con que se expresa un genotipo determinado.

Fecundación: Fusión natural o artificial de los gametos masculino y femenino.

Fenilcetonuria: Alteración genética que se caracteriza por un error en la producción de la enzima fenilalanina hidroxilasa, lo cual impide el aprovechamiento del aminoácido fenilalanina que se acumula en la sangre. Esto provoca trastornos en el desarrollo del sistema nervioso, de manera que si no se toman las medidas adecuadas, el paciente presentará un grave retraso mental.

Fenotipo: Aspecto externo que presenta un individuo, o su estado de salud en un momento dado, que constituye la manifestación visible, en un determinado ambiente, de su genotipo.

Fertilidad: Capacidad reproductiva que posee una persona. Supone la producción suficiente de gametos normales.

Feto: Nombre que recibe el embrión a partir del tercer mes de embarazo. Véase “embrión”.

Fijismo: creencia de que las especies biológicas eran fijas y no podían variar.

Filogenético (filético): Describe un sistema de clasificación de los organismos que intenta demostrar su evolución.

Filogenia: Historia de la evolución de un organismo o de un grupo de organismos relacionados. Comparar con ontogenia.

Folículo de Graaf: Vesícula esférica del el ovario que contiene un oocito en desarrollo y líquido folicular.

Fórnix: Término general que designa estructuras anatómicas o espacios en forma de arco.

Fotón: Un cuanto de luz.

Galactosemia: Anomalía genética hereditaria caracterizada por un fallo en la producción de la enzima galactosa-1-fosfaturidiltransferasa. Se manifiesta después del parto cuando el bebé ingiere alimentos que contienen galactosa, produciéndose alteraciones gastrointestinales diversas. El tratamiento preventivo consiste en una dieta restrictiva en galactosa, que se debe mantener hasta los seis meses.

Gameto: Célula sexual masculina o femenina de un ser vivo. Espermatozoide en el hombre y óvulo en la mujer.

Gástrula: Fase del embrión que sucede a la blástula y en la que se esbozan las hojas o capas embrionarias.

Gemelos dicigóticos: Gemelos no idénticos genéticamente, originados por la fecundación de dos óvulos con dos espermatozoides distintos.

Gemelos monocigóticos: Individuos genéticamente idénticos que proceden de la división natural de un mismo y único óvulo fecundado.

Gen: Fragmento de ácido desoxirribonucleico (ADN) que constituye la más pequeña unidad funcional de un cromosoma. Contiene toda la información necesaria para construir una proteína.

Gen deletéreo: El que altera el normal desarrollo del individuo o de su capacidad reproductiva pero no produce la muerte.

Gen egoísta: Teoría formulada por E.O.Wilson en 1975 que fue desarrollada posteriormente como escuela sociobiológica. Su extremo reduccionismo propone que los genes son las únicas entidades que tienen existencia real. Los individuos sólo serían las estrategias que poseen los genes para transmitirse y perpetuarse.

Genética: Ciencia que estudia los mecanismos de la herencia de los caracteres biológicos.

Genoma: En general es el conjunto de genes que posee un ser vivo. Información genética que posee el núcleo celular en la secuencia de su ácido desoxirribonucleico (ADN). El genoma del ser humano consta aproximadamente de unos 100.000 genes.

Genoma mitocondrial: Conjunto de material genético (ADN) presente en las mitocondrias del citoplasma celular que contribuye a la fabricación de las proteínas mitocondriales.

Genotipo: Conjunto de genes distintos que posee un individuo en los núcleos de sus células.

Gestación: Proceso intrauterino de desarrollo del embrión que suele durar nueve meses en la especie humana.

Glúcidos: Grupo de compuestos orgánicos con fórmula general de Cx (H2O)x. Los glúcidos o carbohidratos más simples son los azúcares monosacáridos como la glucosa. Los polisacáridos, como el almidón, glucógeno y la celulosa, poseen un mayor peso molecular. Desempeñan funciones energéticas y estructurales en el interior de la célula.

Gluón: Partícula que se supone sirve para pegar los quarks entre sí. La relación de los gluones con la fuerza nuclear fuerte sería similar a la de los fotones con las fuerzas electromagnéticas.

Gónada: Órgano reproductor en el que se originan los gametos. Testículo en el varón y ovario en la hembra.

Gonadotropina: Hormona femenina que regula la actividad de los ovarios y del ciclo menstrual.

Gravitón: Partícula que se supone interviene en el campo gravitatorio, aunque hasta ahora no ha sido observada. Se cree que no tiene masa.

Guanina: Una de las cuatro bases nitrogenadas presentes en los nucleótidos.

Hadrones: Ver leptón.

Haploide: Se refiere a la célula o al organismo (conjunto de células) que tienen una dotación simple de cromosomas. En el ser humano esta dotación es de 23 cromosomas y corresponde sólo a las células sexuales. Por tanto, el número diploide sería de 46 cromosomas y correspondería al resto de las células no sexuales o somáticas.

Hemofilia: Transtorno en la coagulación de la sangre debido a una alteración genética hereditaria que se manifiesta por la persistencia de las hemorragias.

Hemoglobina: Proteína transportadora del oxígeno que se encuentra en los glóbulos rojos (eritrocitos) de la sangre. Está formada por dos pares de cadenas polipeptídicas, dos alfa y dos beta, unidas cada una a un grupo hemo central. Cuando se une con el oxígeno forma la oxihemoglobina que transporta el gas vital desde los pulmones al resto de las células corporales, mientras que cuando lo hace con el dióxido de carbono, constituye la carboxihemoglobina y realiza el camino inverso.

Herencia poligénica: Forma de herencia en la que en un carácter determinado intervienen un cierto número de genes. Normalmente afecta a caracteres que presentan variación continua, como la estatura.

Hermafrodita: Individuo que lleva tejidos gonadales masculinos y femeninos más o menos desarrollados.

Heterocigoto: Genotipo formado por dos alelos distintos.

Híbrido/a: Individuo, raza o variedad que resulta de combinar genes de distintas especies. Mediante la manipulación genética se ha conseguido que la creación de híbridos prolifere en agricultura y ganadería.

Homínido: Miembro de la familia de primates Hominidae, que incluye al hombre y a sus posibles ancestros fósiles, homínidos fósiles, agrupados en el género Homo.

Homocigoto: Genotipo formado por dos alelos iguales.

Hormona del crecimiento: Hormona secretada por la hipófisis que estimula la síntesis proteica y el crecimiento de los huesos de las extremidades. Se denomina también somatotropina o GH (Growth Hormone). Su producción excesiva determina el gigantismo, mientras que su deficiencia provoca el enanismo.

Individualidad: Propiedad por la que algo es conocido como tal y puede ser distinguido.Individualismo: Tendencia a anteponer el propio interés al de los demás y a pensar o actuar al margen de ellos.

Ingeniería genética: Conjunto de técnicas que permiten añadir fragmentos de ADN, o genes determinados, a otras moléculas de ADN para que, actuando como vectores, los introduzcan en bacterias para su posible repetición y expresión.

Inseminación: Depositar espermatozoides cerca del óvulo. Puede ser natural, mediante el coito o artificial.

Insulina: Hormona proteica secretada por células del páncreas, que promueve la utilización de glucosa por parte de las células del organismo, especialmente las del músculo e hígado, y controla, por tanto, su concentración en la sangre. La baja producción de insulina provoca la acumulación de glucosa en sangre (hiperglucemia) y en la orina (glucosuria). Esta situación, conocida como diabetes mellitus, puede ser tratada adecuadamente con inyecciones de insulina.

Interfase: Intervalo entre las fases de la división del núcleo de una célula.

Interferón: Cualquiera de las varias proteínas que aumentan la resistencia de las células al ataque de los virus, al desenmascarar genes que sintetizan proteínas antivirales. Existen varios grupos de inter-ferones, uno de ellos está producido por los linfocitos supresores, que atacan a células tisulares alteradas, como son las células cancerosas. Los interferones pueden ser de gran ayuda en el tratamiento de enfermedades virales y en el cáncer, y actualmente se intenta producirlos en grandes cantidades, mediante clonación genética sobre bacterias.

Intrón: Secuencia de nucleótidos de un gen que no codifica material genético (comparar con exón). Los intrones, que son exclusivos de los eucariotas, se transcriben al ARN mensajero, pero son retirados antes de la traducción. Su significado funcional es aún controvertido.

Leptón: