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Maestras y maestros…
EXCELENTES
en Primaria

Sugerencias y estrategias
para mejorar el trabajo cotidiano
en las clases

David Dunn

NARCEA, S. A. DE EDICIONES
MADRID

“Las cuestiones de enseñanza primaria
son, en mi sentir, las de mayor importancia
y a las que debemos atender con mayor empeño.
De su acertada solución

depende, en gran parte, el bien de nuestra sociedad.”

Pedro Poveda

© Bloomsbury Publishing. London

Traducción: Susana Rivas Lorenzo

ISBN papel: 978-84-277-2204-0

Todos los derechos reservados

   
   
Índice  
   

INTRODUCCIÓN

  1. Presentando al docente… EXCELENTE

  2. Relaciones personales… EXCELENTES

  3. Intente que su planificación sea… EXCELENTE

  4. Una educación personalizada… EXCELENTE

  5. Una evaluación del aprendizaje… EXCELENTE

  6. Una gestión de la clase… EXCELENTE

  7. Atención a la diversidad… EXCELENTE

  8. Hacer preguntas eficaces y… EXCELENTES

  9. Interculturalidad e igualdad de oportunidades… EXCELENTE

10. Iniciar las clases de modo… EXCELENTE

11. Concluir las clases de modo… EXCELENTE

12. Deberes o tareas para casa… EXCELENTES

13. Profesores y profesoras de apoyo… EXCELENTES

14. Autoevaluación y desarrollo profesional también… EXCELENTE

15. Convertirse en docente… EXCELENTE, para seguir siendo… EXCELENTE

   
   
Introducción  
   

¿Desea que sus alumnos y alumnas se conviertan en estudiantes fantásticos, siempre dispuestos a atender en sus clases? ¿Quiere contar con un conjunto sólido de estrategias, que le garanticen su trabajo diario y que sean fáciles de poner en funcionamiento? ¿Le gustaría que las clases que imparte fueran siempre excelentes?

Reconozcámoslo, a todos nos atrae el reto de conseguir la excelencia. Este libro no le proporcionará todas las respuestas a estas preguntas, ya que la enseñanza es una práctica muy compleja; no hay nunca dos clases idénticas ni dos educadores iguales. Pero lo que sí encontrará en este libro es una multitud de ideas y estrategias, con las que yo mismo llevo funcionando durante muchos años, que le pueden ayudar a despejar determinados mitos sobre algunas cuestiones como planificación, aprendizaje personalizado, evaluación del aprendizaje, diferenciación, inclusión, etc.

Posiblemente conocerá a fondo la taxonomía de Bloom, incluso habrá puesto en práctica sus detallados objetivos. Pero aquí estamos hablando de algo diferente. En este libro ofrecemos un amplio abanico de consejos e ideas que proporcionarán nuevas estrategias de aprendizaje, garantizándole que, si se invierte una pequeña cantidad de tiempo, sus clases pueden pasar desde la categoría de “satisfactorias” -algo perfectamente aceptable- a la de “buenas”, o mucho más allá, algo que todos queremos conseguir: clases “excelentes”.

¿Cómo vamos a conseguirlo? Veamos. ¿Estamos haciendo lo necesario para vencer, que es observar adecuadamente a nuestro grupo-clase? Todo lo que se incluye en este libro ha sido puesto en práctica y probado en las aulas, y ha funcionado. Pero no piense, por favor, que este libro le convertirá automáticamente en un educador excelente; no lo logrará sin un poco de esfuerzo por su parte.

Hay toda una filosofía subyacente a cada estrategia, que también necesitamos seguir. Y no lo conseguirá solamente porque lea este libro. Aunque las ideas contenidas en él sean fantásticas, no funcionarán apropiadamente si usted solamente “intenta” hacerlo. Pero, si lo que realmente hace es seguir las estrategias, al mismo tiempo que la correcta filosofía que subyace a cada una de ellas, todo será posible.

Usted será un profesor excelente “todo el tiempo”. Este libro no es un manual al uso de haga-esto-y-se-convertirá-en-un-excelente-profesional. Usted lo será, por supuesto, porque estas estrategias las tendrá tan asumidas e interiorizadas que su nueva rutina será impartir clases extraordinarias día tras día. Y no tendrá que pasar horas analizando y reescribiendo su planificación sobre el material a impartir; lo que hará a diario será fruto de su observación, y con ello conseguirá rápidamente los elogios de sus colegas y de sus superiores.

Hay muchas razones por las que usted habrá comprado y desea leer este libro, quizás está preocupado por alguna eventual inspección, o puede que su Jefe de estudios le haya hecho alguna observación al respecto. Quizá lo haya comprado sólo porque quiera mejorar algunos aspectos concretos de su tarea docente; por ejemplo, la evaluación o la inclusión. Cualquiera que sea la razón, este libro le funcionará en la forma que usted quiera utilizarlo. ¿Quiere leerlo desde el principio hasta el final y obtener una visión completa sobre la excelencia? Perfecto, no hay problema. ¿Quiere consultar solamente algunas áreas en particular que sean de su interés? También le funcionará de forma eficaz.

Este libro está diseñado para funcionar, sea cual sea la forma en que usted trabaje. Sea cual sea su estilo de enseñanza y el estilo de aprendizaje de sus estudiantes, le funcionará. Incluso los más innovadores, creativos, fantásticos de entre nosotros necesitamos a veces un poco de explicación. Y este libro, sea como sea como usted decida usarlo, se lo proporcionará. O al menos para eso ha sido redactado y ése es su objetivo.

DAVID DUNN

  CAPÍTULO 1
   
Presentando al docente… EXCELENTE  
   

Image Cada uno de nosotros tenemos el potencial necesario para ser “un profesor o una profesora excelente”. Esto es indiscutible. El hecho de que haya comprado este libro significa que quiere mejorar su práctica, y sólo por ese deseo ya está en camino de conseguirlo. Pero, ¿en qué consiste ser un docente, un profesor o profesora “excelente”?

Se puede decir, y es algo en lo que todos estamos de acuerdo, que para que una clase sea excelente debe proporcionar resultados excelentes. Es decir, que todos los niños y niñas deben haber progresado de forma significativa. Esto es difícil, pero no imposible. Pero, ¿estamos hablando de un profesor excelente, o de una enseñanza excelente? Creo que es mejor que nos centremos en cómo podemos asegurarnos de que ese aprendizaje excelente permanezca en el tiempo, lo que significa que la enseñanza tiene que ser excelente, y, por defecto, que el educador también tiene que ser excelente. En definitiva, es el aprendizaje lo que realmente importa. Cuando estamos observando, el observador analizará cuánto aprenden los niños, cómo participan, qué progresos realizan y en qué momento están atentos y disfrutan.

Si al final de cada clase, de cada lección, los alumnos han progresado, eso será lo que realmente estamos buscando.

Para llegar a este punto, se necesita una cuidadosa preparación y planificación. No es muy común que usted pueda llegar por la mañana e impartir una clase excelente sin que haya habido algún tipo de planificación previa. Por ello necesita tener una idea clara en su mente acerca de lo que quiere que los niños aprendan, es decir, sobre lo que quiere que reflexionen.

Este libro le proporcionará las herramientas que necesita para liberar al educador excelente que está en su interior. No será necesariamente un camino fácil, aunque tampoco será excesivamente difícil, pero tampoco lo conseguirá de la noche a la mañana y tampoco sucederá si usted solo elige algunas actividades de tan sólo un par de capítulos y las aplica en el aula. Este es un punto clave. Aunque todas las estrategias de este libro están garantizadas para funcionar en las clases de primaria, y aunque constituyen una práctica excelente, no puede simplemente extraerlas del libro y usarlas y…, “¡ya está!, decirse a sí mismo: ¡soy excelente!”. No es tan sencillo.

LA FILOSOFÍA DE LA EXCELENCIA

Ésta es para mí la esencia del libro. Usted, como profesional, necesita verse a sí mismo como un educador excelente. Necesita analizar todos los elementos de su trabajo y pensar en cómo esos elementos pueden convertirse en excelentes. Necesita, quizás, descartar alguna de las formas en las que hasta ahora ha estado haciendo las cosas, quizás reconducir algo que ha intentado antes de forma diferente, porque sí hay cosas concretas que tiene que realizar para que su trabajo pase a ser excelente. Y esto puede requerirle un cambio en su percepción. Pensemos en ello de otra manera. Si usted ya es excelente, ¡fantástico! Bien por usted.

Este libro le ayudará a desarrollar esa práctica, le proporcionará algunas formas e ideas nuevas para hacer las cosas. Sin embargo, si todavía no es excelente, tendrá que enfrentarse consigo mismo si de verdad quiere avanzar y mejorar. Puede ser una tarea ardua, pero es posible.

Hace unos años asistía yo a un curso para obtener la licencia de entrenador de fútbol. El instructor que teníamos nos dijo “si de verdad quieren conseguir un cambio, tienen que quererlo, desearlo; antes de que suceda efectivamente”. Y utilizó esta frase: “Si hacen lo que siempre han hecho, entonces obtendrán los mismos resultados de siempre”. ¡Qué verdadera que es esta afirmación! Funciona de la misma forma para nosotros, los educadores.

Si usted no revisa sus prácticas educativas, y las cambia, entonces nunca mejorará. Este libro trata de esto. Cada uno de los capítulos analiza un aspecto diferente de lo que yo entiendo por una clase excelente, y proporciona estrategias e ideas para ayudarle a alcanzar ese objetivo. Cada capítulo ha sido probado en el aula, y le puedo garantizar que todos funcionan.

Sin embargo -y aquí continúo de nuevo con mi discurso- sólo funcionará de una forma eficaz si la filosofía subyacente es la correcta. Es mejor decirse a sí mismo: “Estoy intentando este enfoque porque quiero ver si los niños de mi clase serán capaces de hacer mejor tal o cual cosa, y de esta forma mejorar su capacidad de aprendizaje”. Pero no piense: “Esta actividad que he seleccionado de ese libro sobre la excelencia, es bonita para una tarde de viernes; la utilizaré, seguro que irá bien en mi clase”.

Insisto: se puede leer el libro entero, de principio a fin, e intentar obtener una visión general de una experiencia global de excelencia; o puede identificar las áreas que crea que tiene que abordar primero, y entrar de lleno en ese capítulo en concreto. Ambas aproximaciones funcionan igualmente bien. Recuerde, sin embargo, que la llave para la excelencia en el aprendizaje y en la enseñanza está en usted, como educador: conociendo a sus alumnos, sabiendo cuáles son sus necesidades y teniendo claro hacia dónde quiere que vayan después. Y es igual de importante el que ellos también lo sepan. Para ello, invierta algo de tiempo en los capítulos 5 (Evaluación del Aprendizaje), y en el capítulo 4 (Educación personalizada). El capítulo 5 le proporcionará una gran cantidad de consejos y estrategias para mejorar su clase y lograr la excelencia.

Al principio de cada capítulo verá este icono: Image

Éste apartado le dará los antecedentes, la base del capítulo: ¿Sobre qué trata el capítulo? ¿De dónde se parte? Hablará de todos estos aspectos. Es importante leerlo, ya que le dará el contexto de las actividades que siguen a continuación.

Muchos de los capítulos, después de “¿Sobre qué trata?”, están divididos en tres partes:

De aquí a mañana Image
De aquí a un mes Image
De aquí a un trimestre Image

Cada uno de estos apartados intenta darle una idea de cuánto tiempo le supondrá introducir actividades individuales. No significa, sin embargo, que vayan a funcionar exactamente en ese lapso de tiempo. No siempre. Algunas veces puede estar en el apartado de “De aquí a un trimestre”, por una serie de razones, que resumo a continuación:

Puede ser necesario invertir algo de tiempo en la preparación de los recursos, por lo que le llevará más tiempo tenerlos organizados.

Puede necesitar un tiempo para entenderlo bien, antes de introducirlo.

Depende de si usted ha hecho de antemano algún trabajo preparatorio, quizá una actividad diferente de un algún otro tipo.

Puede que le requiera observar bien su clase durante un largo periodo de tiempo, antes de que consiga un impacto significativo.

Puede significar, incluso, que los niños o el personal de apoyo de su clase necesiten tiempo adicional para acostumbrarse al nuevo concepto.

Pero, por favor, no se desanime por ello; ninguna de las actividades es difícil, ni consume excesivo tiempo. Todas están diseñadas para usarlas dentro del aula y producir un impacto positivo. Sé por experiencia que, si algo es demasiado difícil o si lleva mucho tiempo de preparación o requiere demasiada práctica previa, entonces va directo a la papelera.

El propósito de este libro es hacer de usted un educador excelente, no de forma ocasional; y no sólo porque nos están observando, sino de modo habitual, casi todo el tiempo, si no todo. Digo “casi todo” porque todos tenemos días malos, en los que hagamos lo que hagamos no nos sale nada bien. Pero desarrollando alguna de estas ideas, insistiendo en ellas, y siguiendo la filosofía de intentar mejorar la práctica cotidiana, sin duda se convertirá en un educador mucho mejor. Y esto es lo que estamos intentando conseguir. Si usted es un mejor maestro, sus alumnos tendrán una mejor experiencia de aprendizaje. Y su progreso también mejorará. Estamos hablando de una situación beneficiosa en la que todos ganamos.

Así pues, ¡adelante! Elija su método para profundizar en el tema y trate de conseguirlo. Utilice este libro para que le ayude a convertirse en un mejor profesor, en un profesor “excelente”. Ha sido escrito para ser usado una y otra vez, y no solamente para leerlo una vez y abandonarlo en un estante. Si continúa su lectura, seguramente se convertirá en ese profesor excelente que usted, como docente muy apasionado, desea ser.

  CAPÍTULO 2
   
Relaciones personales… EXCELENTES  
   

Image¿Quiere que sus alumnos piensen que usted es el profesor más increíble que nunca han tenido, y no solo en Navidades cuando le regalan esas tazas con mensajes maravillosos de “tú eres el mejor”, y luego enseguida lo olvidan cuando llega septiembre? ¿O que todos sus compañeros de profesión acudan al despacho del director cada año solamente para tener la oportunidad de trabajar con usted? ¿Quiere que todos los padres -o tutores- deseen que sus hijos estén en su clase? ¿Desea que esto le ocurra siempre?

En ese caso continúe leyendo.

Las relaciones interpersonales constituyen probablemente el aspecto más importante, no solamente de una enseñanza excelente, o de la enseñanza en general, sino de la vida. Sin buenas relaciones con los alumnos a los que enseñamos, o con los compañeros con los que trabajamos (incluso con las personas con las que vivimos), todo puede irse rápidamente al garete. Nunca subestime el poder de una gran relación, puede facilitarle mucho las cosas.

Pero, ¿cómo conseguiremos esas buenas relaciones? Como educadores, creamos y mantenemos de forma natural relaciones con los niños a los que enseñamos. Éste es un buen comienzo. Sin embargo, siempre habrá ocasiones en las que las relaciones no funcionen como nos gustaría, o habrá personas empeñadas en complicarnos la vida: los niños, inintencionadamente, los compañeros, a veces sin intención, y los padres, quienes sólo quieren lo que ellos creen que es lo mejor para sus hijos. Necesita aceptar que esto pueda suceder algunas veces, para disponerse a poder ponerle remedio. Aunque, efectivamente, pensará que es más fácil decirlo que hacerlo.

Recordemos lo que el eminente psicólogo Carl Rogers piensa sobre el desarrollo y el mantenimiento de grandes relaciones. Nos proporciona algunas ideas muy básicas que se pueden aplicar. Rogers revolucionó la psicoterapia en los años 50 con un enfoque terapéutico centrado en el paciente. Revolucionó la forma en la que las personas trataban con otras personas. Afirmaba que, en todas las relaciones, tanto personales como profesionales, siempre había tres cosas que necesitábamos hacer:

Ser congruentes (auténticos, genuinos)

Ser empáticos

Mostrar respeto

Si nos comportamos de acuerdo a estos principios en todas nuestras relaciones, estaremos tratando a los otros con un reconocimiento positivo incondicional. Ésta es la base de todo. Se asemeja a la antigua máxima de la Biblia de “No hagas a los otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti”; algo que es realmente muy sencillo si reflexionamos sobre ello.

A continuación, expongo todas las estrategias dentro del contexto de los niños a los que imparto clases, aunque muchas de ellas son aplicables también a sus relaciones con cualquier persona, cambiándolas ligeramente.

Congruencia (autenticidad). Ser congruente se refiere a ser auténtico, genuino; es decir, a ser como se es de verdad y no intentar ser alguien que no se es. Podemos intentar, ocasionalmente, y a veces, sin intención, intentar impresionar a alguien comportándonos como pensamos que a esa otra persona le gustaría que fuéramos. Pero esto, a la larga, no funciona. Es mejor ser auténtico, ser uno mismo. Ser honesto y genuino le ayudará a construir adecuadamente todas sus relaciones importantes. Recuerde, su papel es el de educador, no el de un amigo. No sea demasiado familiar ni diga algo que luego le podría causar algún problema.

Empatía. Una definición típica de diccionario para empatía sería algo así como: la capacidad cognitiva de percibir y participar afectivamente en los sentimientos, pensamientos o actitudes de otra persona. Pregunta delicada: ¿Cuántas veces podemos, honestamente, decir que estamos intentando ponernos en el lugar de otra persona? ¿Queremos ponernos sinceramente en su lugar, tomando en cuenta sus valores, creencias y experiencias, para entender su punto de vista? ¿Queremos realmente entender por qué actuó en la forma en la que lo hizo? Esto suele ser difícil, porque nuestra opinión vendrá mediatizada por la relación con esa persona; pero si intentamos empatizar tendremos una buena oportunidad para conseguir una relación fantástica.

Respeto. El respeto es, como muchas otras cosas, subjetivo. En su forma más simple, es aceptar que lo que otra persona diga o haga es bueno, de acuerdo con sus propias creencias, ideas o prejuicios. En resumen, estamos hablando de aceptación.

Aunque pensamos que estos tres principios son en teoría maravillosos, puede ser difícil mostrar empatía y respeto a alguien que nos ha atacado por algo que hemos dicho o hecho. Obviamente no siempre es posible seguir estos ideales de continuo, pero las personas que han construido unas buenas relaciones con un gran número de personas, y que suelen gustar a todos, tienen estas cualidades en abundancia. Y esas cualidades pueden ser usadas con adultos y con niños, aunque de forma ligeramente diferente.

RELACIÓN CON LOS ALUMNOS

Image Como educador, si usted realmente quiere que las relaciones con los alumnos florezcan, es importante participar en las actividades tan a menudo como pueda. Puede sentirse un poco incómodo al principio, pero pronto se dará cuenta de que a los niños les encanta. Lo acogerán en su vida con los brazos abiertos.

En las siguientes páginas expongo algunas ideas, estrategias y consejos para construir unas relaciones estrechas y significativas con los estudiantes a los que enseñamos. Ellos, lo único que quieren, es que valoremos sus ideas, sus pensamientos y sus sentimientos; usted puede proporcionarles esa atmósfera donde puedan expresarse sin sentir miedo o ridículo. No olvidemos que, además, muchas de estas técnicas pueden usarse también con adultos. Muchas de ellas son obvias; pero, aunque a menudo estamos haciendo cosas parecidas, a veces necesitamos que nos lo recuerden.

Estas actividades ayudan a construir relaciones entre usted y su clase, y también entre los miembros de la clase. Recuerde al día siguiente usar la información que obtuvo de las actividades: “Buenos días Juan, ¿qué tal fue la boda del pasado sábado?”; “Hola Daniel ¿volviste a ganar otra vez a tu padre al fútbol? Esto es importante: muestra a los niños que los valora, y mejorará la atmósfera de su clase de una forma increíble. Participe con ellos en las actividades siempre que sea posible: desde el punto de vista de un niño, es fantástico que su maestro o maestra participe con ellos y les cuente algo personal. ¡Podrán ver que también es humano! No subestime la participación en la diversión, es extremadamente útil.

Image¡Sonría!

Lo sé lo sé, es obvio. Pero, ¿lo hacemos a menudo? Es increíble lo eficaz que puede ser una simple sonrisa. A veces no sonreímos de forma natural todo el tiempo, y por ello, de vez en cuando, necesitamos hacer un esfuerzo para sonreír. Piense en cómo se sentiría usted si cuando ha tenido un mal día y no le apetece nada dar clase, el director acude a su despacho con una gran sonrisa, y le dice que están todos encantados con la forma en que se comportan sus alumnos; sin duda, sería un gran honor para usted. Le haría sentirse mucho mejor, ¿verdad? Y éste es el efecto que puede provocar en todas las personas con las que se encuentre. Inténtelo: mañana, cuando camine por el pasillo, sonría a los niños que pasen, y verá cómo se iluminan sus caras. Se darán cuenta de que usted los ha mirado y que los valora como personas. Y las relaciones empezarán a construirse. Cuando transcurra un tiempo, comprobará cómo los niños de la escuela le sonríen y lo saludan cuando se crucen con usted por los pasillos.

MRP (Modelo de Rol Positivo)

De nuevo, algo obvio. Pero fundamental. Usted es, para algunos de los niños a los que enseña, la persona más positiva y coherente en su vida. Ellos acuden a la escuela, en algunos casos, para encontrar un respiro de lo que puede ser, dentro de su hogar familiar, una vida en ocasiones dura y difícil. Enséñeles cómo le gustaría que ellos crecieran; la clase de personas que le gustaría que llegaran a ser. Enséñeles lo que ya hemos mencionado: “No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. Siguiendo estos consejos, llegará a ser ese MRP, ese “Modelo de Rol Positivo”. Los niños le tendrán respeto, lo admirarán y querrán llegar a ser la clase de persona que es usted.

ACTIVIDADES PARA REALIZAR CON LOS NIÑOS

A continuación, propongo algunas actividades muy útiles que se pueden realizar, de modo muy sencillo, con los alumnos y que le reportarán grandes beneficios en su relación con ellos.

¡Bienvenido!

Cada mañana, según sus alumnos entren en el aula, establezca contacto visual con ellos y déles la bienvenida llamándoles por su nombre. Si le falta alguien por saludar, porque en ese momento esté distraído o hablando con otro alumno, use el nombre del niño tan pronto como le sea posible. Con esta técnica conseguirá que los niños sepan que los está valorando individualmente. Cuando converse con un niño pregúntele cómo fue su tarde o el fin de semana. Intente recordar cualquier pequeño detalle que le haya dicho, o asegúrese de que usted se lo pregunta, y menciónelo cuando le salude. Asegúrese siempre de que también escucha sus respuestas. De nuevo, ellos se darán cuenta de que usted valora y tiene en cuenta lo que le dicen.

Cuéntame algo, preséntate y presenta a un compañero